Que el Elche CF es el mejor y más conocido embajador de la ciudad de Elche en el mundo creo que no lo duda nadie. Después de haber pasado muchos años la travesía de la Segunda y Segunda División B, que dejaron en el ostracismo a nuestra ciudad y fuera de todos los focos mediáticos, hace cuatro años se consiguió llegar a la Primera División . Volvíamos a estar en la mejor Liga de fútbol del mundo y Elche sonaba en todos los rincones del mundo. Lo habíamos conseguido. Por fin estábamos otra vez en el escaparate más deseado por cualquier ciudad española. Cuando los clubes eran de sus socios y aficionados los malos gestores dimitían o eran cesados por la masa social. Hoy, por desgracia, ya no ocurre eso. En las SAD mandan las acciones y sucede lo que está pasando estos años en nuestro Elche CF.

Los malos gestores no dimiten aunque hundan el club de nuestros amores y se aferran a las acciones compradas, de aquella forma, y al uso inmoral del 54% de las acciones de la Fundación (que son de todos, no de los señores del consejo). En esa situación se encuentra el Elche, un club roto en lo social, arruinado deportiva y económicamente y con la espada de Damocles de Hacienda y Bruselas a punto de darnos el golpe de gracia definitivo.

El panorama resulta tremendo, perfecto guión de una película de miedo. Que los grandes accionistas de esa entidad casi centenaria dejaran que las personas que nos descendieron de Primera División siguieran, directa o indirectamente, al frente del consejo de administración, fue en error mayúsculo y a los resultados me remito. El concurso de acreedores era la ocasión propicia para que no hiciera falta gente con poderío económico, solo hubiera hecho falta un consejo integrado por gente seria, profesional y con conocimientos de fútbol. No se hizo, se optó por gestionar el club en beneficio de los intereses de unos pocos y así le va a la entidad de Martínez Valero. Y, para colmo de todos nuestros males, estos directivos han seguido estando encamados con el de Torrellano, al que utilizan incomprensiblemente como asesor deportivo del consejo, cuyo currículum se limita al de haber arruinado el club de esa pedanía y luego venderlo a los amigos del valenciano Anguix.

¿Hasta cuándo se va a seguir dejando que esta gente siga dirigiendo los destinos del Elche? Pues, salvo sorpresa de última hora, parece que va a ser así en Segunda B. Aunque los pequeños accionistas se rasguen las vestiduras y critiquen la situación en redes sociales y medios de comunicación, no servirá de nada si las fuerzas vivas de la ciudad y del accionariado del club no lideran un movimiento que busque su salida. No se puede permitir este secuestro de la masa social.

No solo las jóvenes generaciones apenas han podido disfrutar de la alegría de estar en la élite del fútbol, sino que además, al mejor embajador de nuestra ciudad le han dado el KO y lo han devuelto al ostracismo. Mientras, miles de aficionados ven incrédulamente como unos señores que han fracasado en la gestión no son capaces de pedir disculpas y dejar paso a un nuevo proyecto. La vida pone a cada uno en su sitio, estos gestores ya sabemos cómo pasarán a la historia, nos queda el consuelo de ver cómo van a pasar los aficionados, que en Cádiz dieron todo un ejemplo. Elche CF, quién te ha visto y quién te ve.

José Antonio Antón es expatrono de la Fundación y socio del Elche CF