Uno de los defectos del Elche es la falta de contundencia en las jugadas de estrategia. A pesar de que con Parras se ha mejorado defensivamente, tres de los cuatro goles que ha encajado el equipo desde que llegó al banquillo han sido en acciones de estrategia. Y contra el Mallorca y el Mirandés fueron en los últimos minutos y costaron la derrota. «Hay demasiada psicosis a la hora de defender el balón parado. Forma parte del fútbol, pero cada vez que nos lanzan un córner o una falta nos crea ansiedad. Frente al Getafe, el gol de Molina es más acierto del delantero porque Pelegrín estaba pegado. Hay que defender todos y colocarse rápido. Estamos trabajando e insistiendo en ello».