Afortunadamente todo quedó en susto mayúsculo. Ayer por la mañana, el jefe de los servicios médicos del Elche, el doctor César Quesada, y el fisioterapeuta Fran Martínez evitaron una desgracia en el Martínez Valero.

María, una joven de 18 años que está realizando las prácticas en el club ilicitano, se encontraba almorzando en la cantina que regenta su familia, y se atragantó con un trozo de pan. El pánico apareció porque se estaba ahogando. Tras no reaccionar, varias personas que se encontraban en el local fueron, rápidamente, al campo anexo, donde estaba entrenando el equipo franjiverde, pidiendo socorro y solicitando la presencia de un médico.

Ante la alarma, el entrenamiento se detuvo y el doctor Quesada acudió rápidamente junto al fisioterapeuta Fran Martínez y al recuperador Aitor. César atendió urgentemente a María, cuyo padre Angelín y su hermanos son aficionados y accionistas del Elche y muy conocidos porque llevan toda la vida regentando la cantina y el bar del estadio. El médico del club ilicitano logró que reaccionase y la estabilizó hasta la llegada de una ambulancia que la trasladó al hospital del Vinalopó.

El doctor Quesada explica como se produjeron los hechos. «Nos avisaron de que había una persona ahogándose, fuimos y tratamos de estabilizarla dentro de nuestras posibilidades. Entre el fisioterapeuta Fran Martínez y yo le practicamos las medidas básicas de reanimación, no perdió el conocimiento y le hicimos maniobras para que no se ahogara, mientras venía el 112».

Traslado al hospital

César asegura que la ambulancia no tardó 25 minutos como se comentó en un primer momento. «No sé el tiempo que tardó. Se te hace largo por las circunstancias, pero no fue tanto tiempo. Vino lo más rápidamente posible y cuando llegó la paciente ya estaba restableciéndose. Fue trasladada al hospital del Vinalopó para realizarle pruebas y quedó en observación, pero ya está recuperada».

El jefe de los servicios médicos del Elche señala que «no sé exactamente lo que fue, pero algo de alimento le estaba obstruyendo la vía aérea», y recuerda que « he tenido muchas experiencias de gente con contusiones, incluso pérdidas de conocimiento. Lo destacable es que la gente que había alrededor se ha comportado de manera civilizada, no ha perdido los nervios y ha colaborado dentro de sus posibilidades». César destaca que «es una niña muy joven y conozco a la familia. Eso quizás te provoca un poco más de nervios. Afortunadamente ya está fuera de peligro»·

El doctor Quesada no se siente un héroe por haber evitado una desgracia: «En todos los sitios, en Elche, en Alicante, en Madrid...hay gente ayudando a sobrevivir y en situaciones más complicadas que las tuvimos nosotros. Aquí ha tenido más repercusión pública porque estábamos en un lugar expuestos a la gente y puede llamar la atención. Pero hay mucha gente que trabaja para salvar vidas humanas».