El sueño del ascenso de la sección de fútbol sala del Elche CF está a un sólo paso. Los franjiverdes se clasificaron ayer para eliminatoria final y el O Parrulo Ferrol será su último obstáculo para regresar a la mejor liga del mundo.

Además, los gallegos dieron la sorpresa y vencieron en la pista del UMA Antequera (0-2), por lo que los ilicitanos tendrán el factor cancha a su favor y jugarán el primer partido en tierras gallegas y los dos siguientes en el Esperanza Lag.

Pero para llegar a esta situación privilegiada, los franjiverdes tuvieron que sufrir, y mucho, para ganar ayer el tercer partido al Ciudad del Vino Valdepeñas, que fue un digno rival, no se dio nunca por vencido y puso las cosas muy difíciles.

Cuando parecía que el tercer enfrentamiento iba encaminado a una la prórroga, igual que en los dos primeros, a falta de cuatro segundos para cumplirse el tiempo reglamentario, Adrián aprovechó un rechazo en el segundo palo y marcó el 5-4 ante la algarabía de una afición que llenó el pabellón y ante la decepción de los más de 200 seguidores manchegos, que se mostraron muy ruidosos.

La felicidad fue completa porque cuando se sufre se disfruta más las victorias.

El partido fue muy parejo, al igual que los dos primeros. El Elche se puso a los dos minutos por delante en el marcador con un tanto de Juanjo. Pero las cosas se empezaron a torcer a los nueve minutos. Kiwi, el jugador ilicitano más desequilibrante, tuvo que ser retirado en camilla con un fuerte esguince de tobillo que le impidió jugar más y que le hace ser duda para la eliminatoria final. Como los males no vienen solos, en minuto 15, el capitán franjiverde Jesús se metió el balón en su propia portería y con empate a uno se llegó al descanso.

Emociones fuertes

El segundo tiempo fue para corazones fuertes. A los cuatro minutos, Juanito anotó el 2-1 de penalti. Nacho Pedraza volvió a igual el marcador tres después. Cristrian Cárdenas y Cristian Rubio aumentaron la ventaja al 4-2 a falta de siete minutos y parecía que era la sentencia.

Pero, como era de esperar, Valdepeñas no se rindió. Mimi volvió a marcar el 4-3 y a falta de dos minutos, tras quedarse el Elche con uno menos y con portero jugador, los manchegos empataron.

Otra vez aparecieron los fantasmas de la prórroga y los penaltis y el miedo entró en el cuerpo de todo el equipo ilicitano y de todo el pabellón. Cuando peor estaban las cosas y el choque parecía condenado a la prórroga, Adrián, que el día antes también había tenido el gol de la victoria, en esta ocasión no falló y metió al conjunto de Jordi Durán en la final por el ascenso.

Ahora toca recuperarse de estas fuertes emociones y preparar la eliminatoria frente a O Parrulo.