Alberto Toril, entrenador del Elche, confesó ayer en la sala de Prensa del Martínez Valero que mañana, en el Nuevo Zorrilla (16 horas), espera un partido con presión y tensión frente al Real Valladolid. No es para menos dada la situación de los dos equipos. Las derrotas frente a Numancia (1-3) y Sevilla Atlético (6-2) han dejado tocados a los dos entornos futbolísticos y el duelo puede echar chispas. Hay mucho en juego. «Será un partido con presión y tensión y en función de cómo se desarrolle será más fácil para uno o para otro», señaló ayer el preparador franjiverde, quien pidió a sus jugadores que sean «solidarios y compactos» sobre el terreno de juego.

Toril aseguró que el Elche llega bien preparado al partido y confía en que el equipo responda a una situación comprometida como ya lo ha hecho en otras ocasiones a lo largo del campeonato. «Cuando hemos estado en una situación apretada el equipo ha dado lo mejor», insistió Toril, quien afirmó que su grupo está «más metido» en los partidos y se muestra «más solidario» como visitante y así lo ha demostrado a lo largo de toda la competición.

El técnico afirmó que el Valladolid estará «alerta» tras la contundente derrota de la pasada jornada, por lo que su exigencia será máxima. «Trataremos de ponerle el partido difícil, desde el principio, para que la presión le pase factura. Habrá que ser inteligentes», dijo el andaluz.

El preparador definió el medio campo y la delantera del Valladolid como «de los mejores de la categoría», si bien precisó que en defensa «tiene problemas». «Es un equipo al que le gusta dominar y que tiene arriba calidad, velocidad y gol», avisó.

«Vamos a intentar que no estén a gusto en el partido», añadió Toril, quien confirmó que durante la semana ha analizado junto a sus jugadores los motivos por los que el Elche no logra tener un comportamiento fiable. Sobre su charla con la plantilla señaló lo siguiente: «Hablamos de recuperar la solidez que teníamos. Ellos hablaron, yo también y fue una reunión constructiva. Cada uno expuso su parecer. Estamos cerca de lograr la permanencia y con un partido ganado más lo veremos diferente. Esperamos que sea cuánto antes».

Toril insistió en que, pese a todo, «no estamos en una situación dramática, ni catastrófica».

El entrenador afirmó no estar preocupado por su posible destitución en el caso de una nueva derrota. De todas formas, ayer se le notaba tocado después de una semana intensa. Cuando se le preguntó si sentía que se la jugaba el sábado, a partir de las 16 horas, en el Nuevo Zorrilla, afirmó de forma categórica que «no», para, a continuación, afirmar que «yo disfruto del día a día y no sé que pasará mañana. Siento confianza a pesar de la situación y resultados. Pienso en hacer un buen partido, en sumar y, si puede ser, ganar». A continuación, tras una breve pausa, señaló que a partir de ahí «lo que ocurra, lo aceptaré».