El Elche ha llegado a la jornada 34 de la Liga sin haber arreglado los problemas que ha tenido a lo largo de toda la competición. En ese aspecto ha sido regular dentro de la irregularidad. Uno de ellos, el más grave, el de los goles recibidos en su portería, es el más determinante ya que con 49 dianas, 48 los sacó de dentro de la red Juan Carlos y uno Germán, es el equipo que más recibe de la categoría, sólo superado por el colista Mirandés, que suma 57. Además, en su propio estadio, el Elche, con 26, se lleva la palma, con las mismas dianas que el conjunto burgalés.

Paradójicamente, a domicilio, con 23, es donde mejor ha defendido su portería y son muchos los equipos de Segunda que han superado esa cifra. El hecho de medirse a rivales bien plantados en el campo le lleva a cometer errores que no se han corregido en toda la competición, mientras que lejos del Martínez Valero encuentra más espacios y sabe explotar mejor la velocidad de su plantilla.

Sólo cuatro equipos, Valladolid, Mallorca, Girona y Alcorcón se han quedado sin anotar en el Martínez Valero.

Además, Nàstic de Tarragona (4-4), Lugo (0-3), Numancia (1-3), Cádiz (2-3) y Zaragoza (0-3) lograron marcar tres o más goles en su visita al estadio del Elche.

A domicilio, el Elche, pese a sumar mejores números, solo ha dejado su puerta a cero en los partidos ante Huesca (0-3) y Reus (0-1). Con 49, lleva tres más que con los que terminó la pasada campaña con Rubén Baraja en el banco.

El desequilibrio entre los goles a favor y en contra ha llevado al Elche a la situación actual. El caramelo de que el fútbol del equipo era vistoso, pero de que los fallos puntuales penalizaban en exceso, ya está muy desgastado y nadie lo quiere para endulzar su paladar. Los números han sido siempre diferentes a las sensaciones y desde un tiempo a esta parte, ni éstas últimas son buenas. El equipo parece endeble; encaja demasiados goles faciles y lo que empezó siendo un canto al ensueño se ha convertido en pesadilla.

Se ha llegado a una situación en la que no se sabe a lo que se juega. De ahí que se esté a seis puntos del precipicio y con el técnico pendiente de un hilo. Una debacle en Valladolid, como ya se anunció aquí el pasado domingo, podría precipitar su salida. Sólo las derrotas de Almería y Alcorcón en la última jornada han permitido que las distancias no se acorten.

Un auténtico balón de oxígeno para un consejo de administración que lo veía muy negro todo tras el Elche-Numancia (1-3) por la mala imagen dada por el equipo, que no jugó a nada. Ahora, con una jornada menos por delante, se confía en que los futbolistas puedan ser capaces de salvar la categoría en los próximos encuentros. La semana va a ir encaminada a convencer al grupo de que en Pucela hay que ganar sí o sí. Además, el colchón de los seis puntos permitirá jugar sin tanta ansiedad al equipo ante un rival como el Valladolid que viene de recibir un 6-2 del Sevilla Atlético. Precisamente, a la ansiedad recurrió el técnico Alberto Toril a la hora de explicar que al equipo no le había salido nada bien frente al conjunto soriano.

Calendario

El Elche tiene por delante ocho partidos para asegurar la continuidad en la Liga 1/2/3. Tras jugar en el Nuevo Zorrilla ante el Valladolid, el próximo sábado, debe medirse a tres equipos que luchan por la permanencia: Almería, Mallorca y Mirandés. Luego, llegarán enfrentamientos, salvo el del Reus, en los que se juegan meterse en la promoción de ascenso como Getafe, Cádiz y Oviedo. Convendría resolver pronto el futuro del equipo para no verse abocado a vivir un final de infarto.