Alberto Toril respiró al final del encuentro. Después de mucho sufrimiento, su equipo sumó tres puntos vitales y ve el futuro de otra manera. «La victoria es un desahogo para todos, sobre todo para los jugadores que necesitaban liberarse. En una situación difícil y ante un rival complicado, los futbolistas han demostrado una gran personalidad. Hemos dado un paso importante hacia la permanencia y, si ganamos al Numancia, la tendremos prácticamente hecha», comentó al final del encuentro.

El preparador franjiverde admitió que hubo más presión de lo habitual. «La situación y la necesidad aprieta. La obligación de ganar hace que los chicos sientan esa presión y nos equivoquemos en algunas jugadas. En otra situación, podríamos haber ganado 4-1. Generamos muchas ocasiones, pero nos faltó pegada y ellos, con poco, nos hicieron dos». A pesar de ello, el entrenador cordobés resaltó que « había que ganar como fuera y el equipo ha hecho un gran esfuerzo».

Toril aseguró que, a pesar de salvar el puesto «yo voy a seguir igual. Estoy contento con mi trabajo. Sé lo que piensan los jugadores y el club. Están contentos y, como he dicho en otras ocasiones, ganar o perder depende de muchas cosas. El trabajo está bien encaminado. Yo voy a seguir igual aquí o en otro sitio».

El técnico tiene de su parte a la plantilla y prueba de ello fue la dedicatoria de Borja Valle, en el 3-1, que fue abrazarse al banquillo. «Ellos ven el día a día. Hay cosas que no puedo rebatir. Hay muchas cosas que no sabéis -en referencia a la Prensa- y que tengo que asumir. Vosotros dais opiniones sin saber la realidad. Yo sí que sé la realidad del club y de la plantilla que tenemos, pero no puedo decir lo que pasa».

El entrenador franjiverde reconoció que las dudas que hubo en el entorno durante la pasada semana afectan a los futbolistas. «Los jugadores son personas y sienten la presión cuando oyen tantos comentarios. La situación no era crítica, pero veníamos de dos derrotas, pero lo solventamos sumando una victoria y, ahora, hay que seguir trabajando», destacó.

A pesar de los pitos de la afición por el cambio de Armando por Álex Fernández, Toril explicó que el jugador madrileño tenía «un problema en el gemelo. Lleva tiempo sin jugar y en vez de poner una defensa de tres, y meter el culo atrás, prefería que Armando jugase de pivote. El equipo ha sabido sufrir, se ha sacrificado y, al final, pudimos lograr la victoria».