El delantero del Elche, Nino, apela «a la tranquilidad» dentro del entorno franjiverde para sacar al equipo de la situación en la que se encuentra, a tres puntos de la zona de descenso a Segunda División. Reconoce el goleador franjiverde que «hace un mes nadie se podía imaginar que nos íbamos a encontrar en esta situación, pero la categoría está muy igualada y los errores se pagan caros».

El almeriense, que conoce como la palma de su mano el vestuario, entiende que el equipo no va a entrar en estado de pánico en ningún momento porque, a su juicio, «llegar a los 50 puntos lo antes posible depende de nosotros y confiamos en nuestras armas para sacar esto adelante·.

Entiende que «las dudas no tienen cabida dentro de esta plantilla» e insiste en que «la tranquilidad nos debe llevar a conseguir el objetivo».

Nino ha vivido a lo largo de su dilatada carrera profesional dos situaciones límites que jamás olvidará y que superó en un último partido no apto para corazones débiles. El Elche-Compostela del 17 de junio de 2001, en el que gracias a los goles de Nano y Benja se remontaron los marcados anteriormente por Gudelj y Jubera para el conjunto gallego, los sufrió en el banquillo. Aquel empate a dos goles permitió seguir en Segunda. Todavía recuerda la explosión de júbilo cuando el árbitro canario Pérez Pérez pitó el final del duelo.

Años después, un 7 de junio de 2015, en esta ocasión vistiendo la camiseta de Osasuna, otro empate a dos dianas le volvió a servir para no dar con los huesos en Segunda B. Un gol de Javi Flaño, en el minuto 89, evitó la hecatombe rojilla en Sabadell.

«Nuestra situación actual es complicada, no es agradable, pero tampoco hay que dramatizar. Nada tienen que ver con esos partidos ante Compostela y Sabadell. Pienso que lo tienen mucho más difícil, a día de hoy, Mallorca, Mirandés... Nosotros dependemos de nosotros mismos y estamos deseosos de que llegue el domingo y ganar el partido frente al Sevilla Atlético», explica el máximo goleador franjiverde.

«En mis anteriores experiencias los equipos estaban en una dinámica negativa y, al final, se logró el milagro de la permanencia. Ahora, no es lo mismo. El Elche está vivo y con argumentos futbolísticos para salir de ahí. Mentalmente estamos fuertes», dice. Nino también confiesa que «contamos con un grupo fuerte, unido, que sabe lo que quiere, muy comprometido. No existen caras largas y todo el grupo quiere lo mismo, lo mejor para el Elche».

Nino, como el resto del vestuario, sabe que el entrenador Alberto Toril está en la cuerda floja y una derrota frente al filial hispalense podría precipitar su salida. El delantero no tiene ningún reparo en asegurar que «creemos en el técnico, confiamos en él al cien por cien. Sabemos a lo que quiere jugar y lo que desea de nosotros. No contemplamos otra idea que no sea la de seguir con él. El domingo tenemos una oportunidad para demostrar que estamos con él».

El jugador andaluz está afincado en Elche y cuando camina por la ciudad escucha el sonido negativo de la afición, que no las tiene todas consigo. «Tenemos que estar todos tranquilos», insiste como mejor medicina para salir del actual atolladero. «Hay diez equipos luchando por no bajar y si somos capaces de sumar los tres puntos el domingo todos lo veremos de otra manera. Si vamos todos juntos será más fácil. Contamos con dos partidos en casa y con la ayuda de la grada estoy seguro de que lo vamos a conseguir».