Alberto Toril, entrenador del Elche, califica de "muy importante" para el equipo el partido de mañana ante el Sevilla Atlético, "ya que venimos de cosechar dos derrotas" pero piensa que no es una final. A título personal afirma que "no tengo la sensación" de tener un ultimátum por parte del club y de que peligre su continuidad en el banquillo franjiverde en el caso de perder. "Desde la entidad se me transmite tranquilidad", insiste antes de afirmar que "veo al equipo bien, lo afrontamos de forma perfecta y con ganas de sumar los tres puntos el domingo. El equipo siempre sale a ganar, plantea bien los partidos y sólo nos falta lograr la victoria. Espero que en esta ocasión sumemos tres puntos".

No obstante, regresando a su situación personal, señala estar "contento con el grupo que tengo" y recuerda que "las valoraciones se hacen al final de Liga. Todo necesita un período de tiempo y estabilidad cuando empiezas con 20 jugadores nuevos para implantar un estilo de juego. No es cuestión de tener éxito enseguida. Creo que este equipo tiene una idea clara de juego, los jugadores confían en lo que hacemos, competimos bien en todos los partidos, pero luego está el ganar o perder y hay cosas que no se pueden controlar".

El preparador piensa que en el duelo ante el filial hispalense "el equipo va a estar bien" y no cree que la presión pueda pasar factura a sus pupilos. "Tenemos jugadores experimentados, curtidos en mil batallas, que han vivido situaciones semejantes en su carrera profesional. Es el rival el que debe notar que nosotros nos jugamos más que tres puntos", ha comentado.

Las bajas de Pelayo y Fabián en la medular confía en resolverlas como lo ha hecho en su momento cuando cayeron Mandi o Matilla. "Tenemos jugadores para afrontar el partido con garantías. Tendremos que estar más acertados en las áreas y, si lo hacemos así, tendremos más opciones de ganar ya que solemos jugar mejor que los rivales".

Toril avisa del potencial del Sevilla Atlético, rival el domingo. "Los filiales son imprevisibles y son capaces de todo. Son un equipo alegre y con jugadores que en breve van a estar en Primera División. El que imponga su ritmo se llevará los puntos. Vamos a tratar de ponerles el partido difícil para que no se sientan cómodos", ha explicado antes de terminar su comparecencia haciendo un guiño a la grada. "Es el momento de apoyar al equipo y necesitamos el aliento de los aficionados", concluye.