Luis Pérez e Iriondo forman la pareja de laterales en la que está confiando Alberto Toril, técnico franjiverde, en estos momentos de la competición. Los dos se han hecho con el puesto en las dos bandas defensivas del equipo ilicitano, después de que en el inicio de campaña no entraran en los planes del entrenador.

El defensa utrerano, que llegó del Real Jaén de Segunda División B, partió la actual campaña con un dorsal del filial y consciente de que Rober Correa, que está cedido en el equipo ilicitano del Espanyol, era el titular. El vasco, cedido por el Bilbao Atletic, era el tercero de la lista, por detrás de Edu Albacar y Javier Noblejas.

Los dos son un ejemplo de profesionales que a base de trabajo y dedicación diaria se han ganado el beneplácito del técnico.

Luis Pérez jugó 12 minutos ante el Tenerife en su debut, aunque en banda izquierda, en el tercer partido de Liga. Titular frente al Lugo, en un partido en el que se cayó derrotado por un contundente 0-3 en el Martínez Valero. Un revés que le pasó factura. Prueba de ello es que estuvo ausente durante cinco encuentros hasta que volvió a salir desde el inicio ante el Córdoba. Ese día estuvo a un buen nivel, corrió bien la banda y se llevó los aplausos del respetable.

Desde entonces, alternó el puesto con Correa hasta el duelo en el Heliodoro Rodríguez López. A raíz del encuentro en Tenerife, el pacense ya no ha jugado y el sevillano se ha hecho con el puesto sin dar opción a su compañero, que en los últimos duelos ni siquiera ha entrado en la convocatoria.

El pasado viernes en Tarragona, frente el Nàstic, el sevillano firmó una de sus mejores actuaciones como franjiverde. Quitarle de ahí va a ser complicado. Ha llegado para quedarse.

En vísperas de Navidad

A Iriondo le ha costado más. Se estrenó como franjiverde en Liga en Reus, el 16 de diciembre, en vísperas de las vacaciones de Navidad. Disfrutó de 25 minutos. Seguidamente, fue titular ante el Cádiz, se perdió el duelo con el Oviedo. Desde entonces, con la lesión de Albacar, frente al Rayo Vallecano, y la marcha de Javier Noblejas, en el mercado invernal, el vizcaíno se ha hecho con el puesto. De prácticamente estar descartado ha pasado a ser imprescindible en apenas un par de meses.

Ni el regreso de Albacar a la lista de convocados frente al Nàstic, tras superar un esguince de rodilla que le ha tenido apartado del grupo siete partidos, ha hecho cambiar a Alberto Toril de opinión, y el pasado viernes el técnico llegó a reconocer que se equivocó no contando con él a principio de campaña. «Se ha ganado la titularidad en el día a día y va a jugar en Tarragona», confesó el preparador cuando se le preguntó por quién iba a ser titular en el Nou Estadi.

Ayer, Iriondo valoró las palabras de su preparador y confesó que, «al final, son momentos y todos nos equivocamos. Yo no estaría en a un buen nivel cuando llegué y él se decidió por otros jugadores. Las cosas cambian de un día para otro, pero el trabajo siempre da sus frutos», añadió el vizcaíno.

También se mostró agradecido por los elogios de su compañero y competencia Edu Albacar, quien dijo días atrás que merecía ser titular. «Que un compañero hable bien de ti siempre es bonito. Me llevo muy bien con él y eso es bueno para el equipo», insistió el lateral izquierdo, que no sabe lo que hubiera ocurrido si Albacar no se lesiona y Noblejas hubiera seguido en la entidad. Pudo haber pasado por el Elche sin pena ni gloria y sin que el aficionado conociera su virtudes. Circunstancias del día a día dentro del fútbol y su trabajo diario, además de su constancia, le han llevado a estar ahora dentro del once y a dejar claro entre la afición franjiverde los motivos por los que se fijaron en él cuando llamaron a la puerta del Athletic Club para solicitar su cesión por una campaña.

El lateral sabe que no puede dormirse en los laureles y afronta con una motivación especial el partido frente al Zaragoza tras la victoria de la pasada jornada ante el Nàstic. Asegura que, a pesar de la distancia de cinco puntos con la zona de promoción, alcanzar el objetivo está en sus manos. No obstante, no se cansa de repetir que «lo primero es lo primero. Hay que ganar el domingo y luego ya veremos qué podemos hacer», apostilló el jugador bilbaino, quien insiste en no mirar la parte alta de la tabla y afirma que quiere llegar lo antes posible a los cincuenta puntos.