Fabián Ruiz tendrá el viernes, en el Nou Estadi de Tarragona, en el banquillo contrario, a Juan Merino. Su padre futbolístico. El actual entrenador del Nàstic fue su entrenador en el Betis B. Lo repescó del División de Honor y le dio galones de mando. En aquel espigado chaval, nacido en Los Palacios, veía cosas que no tenían otros de su edad en la cantera bética.

Mas tarde, lo hizo debutar en Segunda División en el primer equipo verdiblanco el 13 de diciembre de 2014, en partido de liga contra el Club Deportivo Lugo. «Es un gran entrenador que apostó por mí y nunca lo olvidaré», recordó ayer el centrocampista sevillano cuando se le preguntó por su extécnico, al que deseó la mejor suerte del mundo a partir del viernes.

Ya en Primera División, Pepe Mel no le dio muchos minutos, pero cuando fue destituido, y regresó el técnico linense al banco, volvió a ser protagonista con el club del Villamarín. Lo de Fabián y Merino ha sido una historia de amor futbolístico. El actual jugador franjiverde, que esta cedido por el Betis hasta el 30 de junio, reconoce que lo hasido todo para él.

Merino siempre creyó en un jugador como Fabián que se hizo en la cantera verdiblanca y desde el principio se dio cuenta que era un diamante en bruto.

Cada día mejor

Fabián, que llegó en el mercado invernal, dice encontrarse «cada vez mejor» en el Elche, si bien precisa que aún no está ofreciendo su mejor versión «aunque pronto llegará».

A pesar de que el director deportivo, José Luis Molina, ha reconocido públicamente el interés del club por seguir contando con él la próxima temporada, el sevillano recordó que en junio debe «volver al Betis» y una vez allí «ya veremos qué pasa de aquí a entonces. Ahora sólo pienso en el Elche».

«Nunca había salido del Betis y cuando llegué aquí me sorprendieron las instalaciones, el campo, el vestuario, el cuerpo técnico. Es un club de Primera que espero que pueda estar pronto donde se merece», confiesa.

Para conseguir dicho objetivo Fabián va a tratar de darlo todo con la camiseta franjiverde. Está muy identificado con el Elche y no duda en afirmar que el equipo ilicitano no mira aún hacia la parte baja de la clasificación, a pesar de que tras la última racha de resultados se encuentra más cerca de la zona del descenso que de la promoción de ascenso. «No tenemos la mentalidad de estar mirando para abajo. Nuestro objetivo es llegar a los 50 puntos lo antes posible», para fijarse posteriormente otros retos más ambiciosos. «Todos queremos estar en lo más alto de la clasificación, pero ahora sólo pensamos en ganar al Nàstic», dice el jugador andaluz.

A su juicio, pese a los últimos resultados negativos, entiende que el Elche no va a cambiar su «filosofía de juego» y se muestra confiado en que una vez el equipo logre este objetivo «podrá ir para arriba. Seguimos la misma dinámica y el mismo objetivo. No tenemos que cambiar nada y debemos seguir la misma línea». Afirma que el Elche, pese a su rendimiento, tiene «muchas cosas buenas en su juego y buenas sensaciones», aunque admite que «no están llegando los resultados. Hemos mejorado en defensa, pero nos falta llegar al área contraria y meter las ocasiones», argumenta Fabián mientras insiste en ganar ante el Nàstic, equipo que entrena desde hace unos meses su padre futbolístico.