El Elche tiene el domingo el objetivo y la posibilidad de conseguir el más difícil todavía. En Segunda División, hacerse fuerte como local es primordial para estar en la parte alta de la clasificación. Una premisa que cumple el Levante y, por eso, es el líder; y que para el Elche es la asignatura pendiente y, por eso, lo está pagando al estar situado en tierra de nadie, en la parte media de la clasificación.

Esos dos polos opuestos se medirán el domingo (18 horas) en el estadio Ciutat de València.

Los granotas se mantienen invictos en su feudo, donde, de 13 partidos, han ganado once, han empatado dos y no conocen la derrota. Además, el conjunto de Muñiz acumula seis victorias consecutivas en su campo, donde han sumado 35 puntos, curiosamente, los mismos que llevan los ilicitanos en su cómputo global.

Todo lo contrario que los franjiverdes que en 13 encuentros en el Martínez Valero han logrado 20 puntos, merced a cinco triunfos, otros tantos empates y tres derrotas.

Viendo estos números, está claro que el gran favorito para llevarse la victoria es el Levante. Pero también hay un dicho que dice que las estadísticas están para romperlas. Y eso es lo que quiere hacer hacer el conjunto de Alberto Toril el domingo, convertirse en el primer equipo que profana el Ciutat de València en la presente temporada.

Para ello, los franjiverdes tienen un dato a su favor. Son el quinto mejor equipo de la categoría a domicilio, donde ha sumado hasta 15 puntos, ganando cuatro partidos lejos del Martínez Valero, empatando tres y perdiendo siete.

Unos números que sólo mejoran los tres primeros clasificados: el imparable Levante (24 puntos), el Girona (18), el Cádiz (16); y el Reus, que a pesar de ocupar la décimo primera posición, ha sumado 15 puntos fuera de su campo, al igual que el Elche, que está justo detrás de los catalanes en la clasificación.

Además, los ilicitanos ya han mostrado argumentos que pueden dar esperanzas para conseguir la machada. El cuadro de Toril fue capaz de vencer 0-3 en Huesca, cuando los oscenses estaban en la parte alta de la clasificación y los franjiverdes venían de una derrota en casa frente al Lugo, por 0-3. También asaltaron La Romerada (1-3) tras tres jornadas sin ganar y derribaron la muralla del Lugo en el Anxo Carro (1-2), cuando los gallegos luchaban por meterse en los puestos de promoción de ascenso.

La empresa no es nada fácil porque el Levante se está mostrando como un equipo inaccesible para el resto de rivales y como dijo el técnico del Huesca, Juan Antonio Anquela, el pasado sábado, «están fuera de concurso».

Pero qué mejor sitio que el Ciutat de València para romper todas las estadísticas y sumar tres puntos que permitirían reforzar la moral de la plantilla, como ayer señaló Pelayo, y, a su vez, recuperar la ilusión de la afición.

Ganar al Levante significaría dar el golpe, que se quería dar frente al Huesca y no se pudo, y volver a albergar esperanzas de intentar luchar por clasificarse para la promoción de ascenso.