El Elche no termina de arrancar y se está quedando atascado en su intento de engancharse con la zona noble de la clasificación.

Los ilicitanos han corregido algunos errores de los que les estaban persiguiendo a lo largo de la competición, pero los partidos como local están siendo su principal lastre y están evitando la escalada.

El conjunto de Alberto Toril sólo ha ganado uno de los últimos cinco encuentros en el estadio Martínez Valero. En el fútbol actual lo que valen son los resultados y las sensaciones, aunque en muchas ocasiones hayan sido buenas, se quedan en un segundo plano.

Los franjiverdes son uno de los peores equipos de la categoría como local. De los 13 envites que han disputado en casa sólo han sido capaces de ganar cinco y han cedido cinco empates (Nàstic, Córdoba, Getafe, UCAM y Huesca) y tres derrotas (Lugo, Levante y Cádiz).

Sumar 20 puntos de 39 posibles en el Martínez Valero significa un bagaje bastante pobre para un conjunto que quiere aspirar a luchar por una plaza entre los seis primeros clasificados.

Todo el mundo coincide en que hacerse fuerte como local es fundamental si se quiere estar arriba en la clasificación y, hasta el momento, el Elche no lo está consiguiendo.

Y eso que los ilicitanos comenzaron bien la Liga, con dos triunfos convincentes frente a Rayo Vallecano y Tenerife. Pero posteriormente estuvieron cuatro partidos sin ganar como local (Lugo, Levante, Nàstic y Córdoba).

A continuación mejoraron los registros con las victorias frente a Valladolid y Levante. Pero en los últimos cinco envites han vuelto a las andadas y sólo han sido capaces de vencer al Girona y con un gol en la recta final del choque. Getafe, Cádiz, UCAM y Huesca, a pesar de ser inferiores en el juego, han sacado tajada del coliseo franjiverde y así es complicado estar arriba.

Además, en el mundo del fútbol se suele decir que la media inglesa de ganar como local y empatar fuera es un buen bagaje. En el caso de los franjiverdes tampoco se está cumpliendo porque el Elche se está mostrando como uno de los mejores a domicilio, donde de 14 partidos han ganado cuatro y ha empatado tres, es decir fuera de casa ha puntuado en la mitad de los encuentros. Pero luego, lo que gana fuera, lo pierde en casa.

Esa bipolaridad y falta de regularidad como local y como visitante está castigando al cuadro de Toril.

El Elche acumula tres partidos sin perder. Esa es una manera de ver el vaso medio lleno, aunque está dando pasos demasiados cortos porque no termina de romper el maleficio de no lograr dos victorias de forma consecutiva en la presente temporada, a pesar de que ha dispuesto de hasta nueve oportunidades.

Peor que la primera vuelta

En los seis partidos que se llevan disputados de la segunda vuelta y a pesar del rendimiento notable que están mostrando los refuerzos del mercado de invierno, los franjiverdes presentan peores números que en las seis primeras jornadas del campeonato. En el inicio de Liga sumaron diez puntos y en los mismo partidos de la segunda parte de la competición han logrado nueve.

Este pobre bagaje ha dejado al Elche a siete puntos de los puestos de promoción de ascenso, aumentando en dos puntos la desventaja con respecto a la jornada pasada.

La diferencia, teniendo en cuenta lo igualada que está la categoría, no es insalvable. El objetivo del Elche, según comentó Toril en la rueda de Prensa del pasado viernes, es intentar llegar a las últimas diez jornadas con opciones y con el equipo en una buena dinámica.

El preparador franjiverde confía en que el equipo tenga esa «pizca» de suerte tan necesaria en Segunda División para dar el paso hacia adelante. Quedan 15 partidos por delante, pero el margen de error, prácticamente, se ha agotado.

Y el domingo el líder

En una situación tan complicada, el próximo domingo (18 horas) toca visitar al líder Levante, que va lanzado hacia su retorno a Primera División y está «fuera de concurso.

A partir de ahora no se puede fallar más, sobre todo en el Martínez Valero donde los ilicitanos tienen que disputar ocho encuentros. Si el conjunto de Toril es capaz de cambiar la dinámica como local y mantiene los números como hasta ahora a domicilio el sueño todavía es posible.

Los equipos de la zona alta de la clasificación están fallando cada vez menos, como han demostrado esta jornada, y del sexto clasificado (Oviedo) al séptimo (Valladolid) hay ya una diferencia de tres puntos.