El Elche quiere dar hoy (18.00 horas) en el Heliodoro Rodríguez López, ante el Tenerife, un puñetazo encima de la mesa que se oiga en el ático de la Liga. Es el momento de dar el salto en la tabla hacia la parte noble, aunque para ello se necesita ganar a un Tenerife que ha convertido su estadio en un auténtico fortín. Lleva nada menos que 23 jornadas sin conocer la derrota y romper esa racha no va a ser sencillo.

Alberto Toril, técnico del Elche CF, se ha llevado a 18 futbolistas a tierras tinerfeñas. Regresa a la convocatoria Pablo Hervías, ausente ante el Girona por unos problemas en los isquiotibiales, además de Luis Pérez, que con semejantes molestias no estuvo en Vallecas y tampoco frente al conjunto catalán.

Se estrena en la lista Borja Valle, cedido por el Deportivo hasta final de temporada. Por contra, se caen Sory Kaba, Eldin y el lesionado Pedro. Siguen ausentes Edu Albacar, Mandi, Fraile, Matilla, Leomar y los recién llegados Malonga y Túñez.

La lista de Toril está compuesta por los porteros Juan Carlos y Germán; los defensas Rober Correa, Armando, José Ángel, Pelegrín, Josete, Iriondo y Luis Pérez; los centrocampistas Pelayo, Álex Fernández, Liberto, Fabián, Hervías y Dorca; y los puntas Nino, Guillermo y Borja Valle.

El preparador franjiverde tiene que resolver un auténtico sudoku horas antes del duelo. Sobre el tapete los tres dibujos tácticos con los que ha trabajado a lo largo de la temporada. Toril apostó inicialmente en esta Liga por el 4-2-3-1. Luego decidió diseñar un 4-4-2, hasta el encuentro frente al Girona, en el que hizo un copia y pega del sistema que el cojunto catalán y puso sobre el campo a tres centrales y dos carrileros. La baja de Hervías, un jugador desequilibrante por banda, le ayudó a dar ese paso y el hecho de que tampoco podía contar con Luis Pérez. El experimento le salió cara con el gol de Rober, en el minuto 88.

Ahora, con la vuelta a la convocatoria del riojano y el debut en ella de Borja Valle todo apunta a que volverá a los orígenes y jugará intentando crecer alrededor del balón, aunque tratando de ser más equilibrado en la medular para que el Tenerife no lo tenga fácil para batir al meta Juan Carlos. Ese es el estilo de juego del cordobés y sería extraño que le diera la espalda a sus principios futbolísticos. Además, el Tenerife no es el Girona.

Habrá que esperar hasta las seis de la tarde para descifrar el sudoku de Alberto Toril.