El Elche lleva durante toda la Liga intentando dar el pasito adelante, pero siempre ha ocurrido algo que lo ha impedido. Alberto Toril, técnico franjiverde, ha ido moderando su discurso a lo largo de toda la temporada, pero hubo momentos, como tras la derrota vivida en el Sánchez Pizjuán, frente al Sevilla Atlético, en el que llegó a decir que de momento no nos da para más. Recientemente, tras caer frente al Cádiz, la séptima vez que aspiraba a ganar dos partidos seguidos, asumía con resignación que «si sucede, por algo será».

Sin embargo, esta semana el preparador franjiverde ha admitido que el Elche se encuentra ante un momento «importante» de la competición, tras haber empatado frente ante el Rayo Vallecano y vencido al Girona.

«Después de este partido nos quedarán diez en casa y ocho fuera. Son muchos partidos en el Martínez Valero, donde hemos tenido un buen nivel, por eso el partido de Tenerife nos llega en un momento que tenemos que aprovechar», reflexionó el técnico, quien admitió que en el vestuario se ha hablado de nuevo de la posibilidad de enlazar por fin dos triunfos. A la octava se espera que sea la definitiva, la que marque un punto de inflexión en el devenir del equipo en esta Liga.

Tras su derrota frente al Cádiz, el Elche, a principios de enero, acumuló nada menos que siete ocasiones esta temporada en las que desaprovechaba la posibilidad de enlazar dos victorias consecutivas y de meterse en el pelotón de privilegiados.

Conseguir sumar dos triunfos de forma consecutiva es considerado básico por el vestuario del Elche para dar un salto de calidad y situarse en la parte alta de la clasificación, pero, hasta la fecha, y a pesar de los buenos propósitos, el conjunto de Alberto Toril no lo ha logrado. Esta tarde, de nuevo, se presenta una nueva oportunidad. El triunfo frente al Girona y las buenas sensaciones que dejaron los anteriores duelos, al margen de los resultados sumados, provocan que el optimismo se haya instalado en el vestuario franjiverde.

Tras superar en la jornada inaugural al Rayo, el Elche desperdició su primera opción en Girona, donde cayó (3-1). Sucedió lo mismo en la cuarta jornada al empatar ante el UCAM Murcia (1-1) en La Condomina, tras haber vencido una semana antes al Tenerife (3-1). El Levante impidió (0-1) que el Elche diera continuidad a su victoria en Huesca (0-3), al igual que hizo el Córdoba (1-1) en el Martínez Valero tras el triunfo ilicitano en Zaragoza (1-3).

El Almería, un equipo con apuros clasificatorios, frenó al Elche (2-1) que llegaba tras una buena victoria en casa ante el Valladolid (2-0). Seguidamente, el Mirandés, colista, impidió al conjunto ilicitano dar continuidad a su triunfo ante el Real Mallorca (1-0).

El Cádiz fue el último muro que el Elche no pudo superar para ganar dos duelos seguidos. Ahora, enfrente está el Tenerife y en su estadio. Castillos más grandes han caído y los ilicitanos están ilusionados con asaltar el Heliodoro.