Las alarmas se encendieron en el Martínez Valero cuando Pedro se vio obligado a abandonar el terreno de juego. El futbolista de Aspe cayó al suelo en el minuto 34 e intentó seguir, pero no pudo continuar.

En un principio había miedo a que fuese una lesión grave, ya que había sido en la misma rodilla en la que sufrió un esguince del ligamento lateral externo el pasado 10 de diciembre, durante el encuentro frente al Getafe.

El mediapunta franjiverde será sometido mañana lunes a prueba médicas para conocer el alcance de la lesión, aunque, tras la primera exploración, parece que no hay nada roto. El jugador se retiró a los vestuarios muy dolorido y con gesto de rabia porque el percance ha llegado después de reaparecer la semana pasada frente al Rayo y tras cinco semanas en el dique seco en las que ha tenido que trabajar duro durante las vacaciones de Navidad.