El filial del Elche fue a contracorriente ante un Almazora que se creció en el Martínez Valero. Los pupilos de Vicente Parras sufrieron varias acciones de mala suerte que condicionaron el encuentro. La primera de ellas la grave lesión de Álex Heredia en la jugada previa al primer gol. Los cambios y el primer tanto supusieron un esfuerzo extra que los jugadores locales pagaron muy caro en la segunda parte. Los visitantes se adelantaron en dos ocasiones y en ambas los franjiverdes neutralizaron la ventaja rival. En los últimos minutos, Javi Llor, Sory y Rubio tuvieron el triunfo.