Javi Matilla está recibiendo multitud de mensaje de ánimos tras conocerse su grave lesión de rodilla. La segunda en menos de dos años que lo tendrá fuera de los terrenos de juego durante un mínimo de siete meses. Los compañeros se han volcado y, a través de las redes sociales, le han mandado palabras de ánimo.

Un futbolista talaverano está pasando unos días malos porque cuando parecía que había dejado atrás la rotura del ligamento cruzado de su pierna derecha, que a punto estuvo de retirarlo del fútbol, en el Elche había recuperado sus sensaciones como futbolista. Ahora ha recibido un nuevo mazazo.

Si hay un jugador con voz autorizada para mandar ánimos y confianza en su recuperación es el futbolista exfranjiverde Miguel Linares. Durante su etapa en el Elche sufrió dos veces una lesión de ligamento cruzado y fue en la misma rodilla. En febrero de 2011, en una entrada del entonces jugador del Barcelona B Montoya se destrozó la rodilla. Además le afectó la zona del isquiotibial. Fue cuando mejor estaba y había anotado nueve goles. Esa temporada, el conjunto ilicitano disputó el famoso play off de ascenso contra el Granada. Reapareció a finales de septiembre y sólo cuatro meses después, en el estadio de Los Pajaritos de Soria, en marzo de 2012, volvió a caer lesionado, también del ligamento cruzado.

Tras una dura rehabilitación, se recuperó, volvió a jugar con el Elche, lleva varias temporadas sin problemas en el Oviedo, fue pieza fundamental del ascenso de los asturianos a Segunda y esta temporada lleva ya cinco goles.

Adelantos médicos

El delantero manda un consejo a Matilla. «Lo principal es saber tener paciencia. Hoy en día, a pesar de la gravedad de la lesión, es cuestión de tiempo. Antes ese tipo de lesiones te retiraba del fútbol, pero, ahora, por suerte, hay muchos más adelantos. Está claro que es una puñeta porque tienes que estar seis o siete meses fuera de los terrenos de juego».

Durante el proceso, Linares explica que «tienes que saber asumir que la recuperación necesita un proceso y no puedes adelantar los plazos. Es cuestión de tiempo hasta conseguir que la rodilla esté firme. Matilla está en buenas manos», destaca.

Para el exfutbolista franjiverde «lo peor son las horas de trabajo en el gimnasio en las que estás solo, fuera de los focos y de las entrevistas. Aunque a los jugadores parece que no nos gustan la entrevistas y hablar con la prensa, cuando no estás lo echas de menos porque no te sientes futbolista. El mayor problema es que te sientes un poco aislado de los demás compañeros y del equipo. Por ello, tienes que ser fuerte mentalmente».

Miguel Linares reconoce que «es un mazazo cuando te lesionas por segunda vez. Recuerdo cuando me sucedió a mí, en el estadio de Los Pajaritos de Soria que, en el mismo terreno de juego, decía: otra vez no, otra vez no...»

Linares destaca que, con tranquilidad, Matilla no tendrá problemas para volver, aunque tenga que esperar a la próxima pretemporada. «Lo importantes es que en la, prácticamente, totalidad de los casos sabes que te vas a quedar bien. Tienes que mirar las cosas siempre de forma positiva, recuperar bien y saber que no puedes dar un paso hacia atrás. Día a día tienes que ir ganando flexibilidad y, aunque un día llegues y no puedas doblar a más, los importante es no sentirte peor que el anterior y no retroceder».

Apoyo del club y de la afición

El delantero del Oviedo recuerda que el apoyo que tuvo en tierras ilicitanas también fue fundamental en su recuperación. «El mensaje que le puedo mandar es que sea fuerte. El apoyo y sentirse arropado por el club es importante. A mí, en ese aspecto, me fue genial. Siempre me sentí apoyado por el Elche. La afición, aunque estaba fuera de los focos, siempre me daba palabras de aliento. Lo fundamental es ser siempre positivo, porque no es ni el primero, ni el último al que le ocurre».

Linares, a pesar de sus dos graves lesiones, recuerda el buen trato recibido en Elche y tiene muchas ganas de volver al Martínez Valero, aunque deberá esperar al último partido de Liga que es cuando el Oviedo se medirá a los ilicitanos.