Pablo Hervías ha reconocido esta mañana que el Elche va a ir «con todas las ganas del mundo» a sumar el sábado (18 horas), en el Municipal de Anduva, la segunda victoria seguida de la temporada. «Vamos a ir a por ella, pero tranquilidad, conscientes de que llegará tarde o temprano», reconoce el extremo riojano antes de confesar que «nos está faltando un poco de regularidad y cuando llegue ese segundo triunfo consecutivo todo se verá diferente, porque nos meteremos de pleno en la lucha por los primeros puestos».

Hervías entiende que en el campo del Mirandés «tenemos que estar concentrados desde el primer minuto y llevar el partido a nuestro terreno». Asume que el conjunto madrileño tiene «un estilo de juego diferente», pero tiene claro que «nosotros también tenemos argumentos futbolísticos para contrarrestarlo y aunque las bajas, sobre todo la de Matilla, nos duelen, hay hombres para cubrirlas».

A nivel personal «van pasando los meses y cada vez me encuentro mejor, sobre todo el tono físico». Explica el jugador de la Real Sociedad, cedido en el Elche, que «defensivamente me veo bien. Para mi juego de banda es fundamental, ya que hay que hacer muchas carreras para adelante y para atrás y si estás fresco es todo ventajas. Puedo llegar a defender una carrera de 50 metros y, luego, llegar arriba».

Está actuando pegado a banda, sobre todo a la izquierda, pero con la capacidad de desborde que tiene también podría hacerlo por el centro con más libertad de movimientos. «A mí me encanta también hacerlo por medio, ya que tiene más contacto con la pelota, también he actuado por ahí, pero pegado al carril también me estoy encontrando muy cómodo. Yo juego donde me digan e intento ayudar en lo que pueda», apunta.

En un campo como el de Anduva el papel de los extremos es fundamental, máxime con el 3-3-3-1 que dibuja sobre el campo el equipo de Terrazas. «A priori, tenemos mucho que decir los jugadores de banda, porque se nos pueden presentar unos contra unos bastante claros», aunque no duda en afirmar que «cuentan con una buena plantilla y saldrán en tromba a jugar los primeros 15 minutos y a presionarnos muy arriba. En esos instantes, tenemos que ser fuertes, llevarnos el partido a nuestro terreno y, con el paso de los minutos, podría pesarles la ansiedad y el hecho de que van abajo, nueve partidos sin ganar... Eso debemos ser capaces de aprovecharlo». Insiste en que el «equipo tiene que ser inteligente, muy sólido y compacto. Sabemos cómo juegan y hay que saber contrarrestarlo».