6 de marzo de 1966. «Adiós, cena y cuatro millones en letras...». Así firmaba el diario INFORMACIÓN la despedida de Marcial Pina al Español tras el partido que enfrentó a Elche y Mallorca (3-2). El club ilicitano le dijo adiós con un homenaje. Realizó el saque de honor después de que la escuadra franjiverde hubiera recibido cinco millones por un juvenil con una sola temporada en Primera División. Los otros cinco los recibió el club ilicitano en letras firmadas por Juan Vila Reyes, un mecenas que pretendía competir en la ciudad Condal con el FC Barcelona. Tras el partido ante el equipo balear el Elche ofreció en el Hort de Baix una cena con directivos, prensa y familiares de Marcial, que al día siguiente viajó a Barcelona en el coche de Emil Ostreicher, secretario técnico del conjunto blanquiazul.
Mientras tanto, Real Madrid y FC Barcelona rompían negociaciones con Manuel Martínez Valero, presidente blanquiverde, por esta operación. Santiago Bernabéu tenía un compromiso verbal con el Elche en la preferencia de jugadores que le podían interesar. Incluso pensaba que Marcial iba a ser blanco. Lo mismo creía Enrique Llaudet, presidente del Barcelona, que tras entrevistarse con el dirigente ilicitano creyó que la operación estaba cerrada en siete millones. El máximo dirigente del Real Madrid enojado llegó a decir que «mientras yo sea presidente no habrá contacto entre los clubes» e incluso cuando estaba en Santa Pola y venía a ver al Elche se pagaba la entrada y rehusaba ir al palco.
Por su parte, Llaudet, despechado por la «afrenta» de que su eterno rival se hubiera llevado al jugador que pretendía, confesó que «a Barcelona sólo vino (Manuel Martínez Valero) a darse una gran comida a cuesta nuestra».
