Justo la semana en la que recibió el homenaje del Elche por cumplir 300 partidos con la camiseta franjiverde y, curiosamente, el día que volvía a su tierra -nació en la localidad almeriense de Vera-Nino vio como le expulsaban por segunda vez en los más de 600 encuentros que lleva entres Primera y Segunda División.

El delantero del conjunto ilicitano ha tenido una trayectoria intachable y sólo hace más de 15 años, en un choque entre el Elche y el Badajoz, disputado en el estadio Martínez Valero, tuvo que abandonar el terreno de juego al mostrarle el árbitro la cartulina roja. El pasado viernes en Almería se repitió la historia y recibió un castigo que, viendo las imágenes de televisión, parece, cuanto menos, muy riguroso.

Tanto en sus ocho temporadas anteriores con el cuadro ilicitano, como en la campaña que militó en el Levante y en las cuatro que jugó en el Tenerife y en Osasuna, nunca fue expulsado.

Nino está viviendo sus peores días como futbolista profesional. El delantero franjiverde estaba bastante afectado y en el viaje de vuelta su cara era todo un poema. Fuentes cercanas al jugador aseguran que «está hecho polvo» y que, incluso, ayer sábado tenía muy pocas ganas de levantarse para ir a entrenar porque se encontraba bastante afectado.

El futbolista almeriense no se esperaba la tarjeta roja que le mostró el colegiado castellano-manchego Valdés Aller. Las mismas fuentes señalan que la entrada que le hizo a Diamanka fue a ras de césped y que tras ver la cartulina amarilla, mirando al marcador se enteró que le habían sacado la roja y se le cayó el mundo encima.

Personas cercanas al goleador afirman que en ningún momento tuvo la intención de pisar o darle una patada al jugador del Almería y que estse encuentra «bastante dolido» y que «hacía tiempo que no lo pasaba tan mal», porque a lo largo de los partidos recibe numeras entradas y golpes que no son sancionados y le expulsaron sin hacer, prácticamente, nada.

Incluso, después de la expulsión, el delantero del Elche se dirigió a Diamanka para decirle que no exagerase la acción porque no le había dado ninguna patada.

Ahora Nino confía en que el Comité de Competición sea benévolo, que tenga en cuenta las imágenes de televisión y, sobre todo, la conducta intachable que le ha caracterizado a lo largo de sus más de 18 años en su carrera profesional.

Como mal menor, el colegiado reflejó en el acta que se había tratado de un pistón y no de una agresión, que podía haber significado más de cuatro partidos de sanción.

Más de un encuentro

De todas formas, si los jueces de Competición atienden al acta al dedillo, el delantero podría ser castigado con dos partidos. Tanto en el club ilicitano como en el entorno del futbolista confían en que todo se quede en un encuentro y que esta pesadilla y lunar negro en una semana muy importante y emotiva para el jugador sea una pesadilla pasajera y que para el siguiente encuentro del Elche a domicilio, en Miranda de Ebro, frente al Mirandés, pueda volver al equipo y continuar haciendo lo mejor sabe: jugar al fútbol y marcar goles.