Entre el Elche CF-Real Murcia (3-0) del 8 de noviembre de 1998 y el Elche CF-Valladolid (2-0) del pasado sábado están de por medio los 300 partidos como franjiverde que ha disputado el almeriense Juan Francisco Martínez Modesto, Nino. Tolo Plaza lo hizo debutar con 17 años, en el minuto 80, en aquel duelo de Segunda División B sustituyendo a Aitor Huegun, que había sido el autor de dos dianas. Alejo, Lafuente, Claudio, Timpani y Dani Borreguero, entre otros, presenciaron aquella puesta de largo del almeriense.

Aquel día comenzó a escribirse la leyenda de un jugador que ha dejado huella allí donde ha estado y al que en el Elche se le considera como el alma del equipo. Prueba de ello es que ayer por la mañana, antes de iniciarse el entrenamiento, recibió un homenaje del club y de sus compañeros de vestuario con motivo de los trescientos partidos oficiales con el conjunto ilicitano que cumplió el pasado sábado ante el Valladolid.

Le hicieron el pasillo, recibió una sonora ovación de todos los presentes y el presidente del club ilicitano, Diego García, le regaló una camiseta del equipo con el número 300 en la espalda.

Además, Nino es el jugador que más partidos ha disputado en toda la historia de la Segunda División española (446) y el máximo goleador de esta categoría (172). Por lo que respecta a sus partidos con el Elche, es el séptimo con más encuentros jugados. El récord está todavía en poder de Miguel Quirant con 363.

Nino empezó su carrera como futbolista en Vera, su pueblo natal, y rápidamente viajaría hasta la capital de España para formar parte de las categorías inferiores del Real Madrid. No se encontró a gusto y regresó pronto. Meses después de su salida del club madridista, Pedro Pablo Matesanz lo fichaba para el Elche Juvenil de Juan Carlos Lezcano, donde tardó muy poco en deslumbrar por su rapidez y desparpajo y dar el salto al Elche B de Paco Tarí.

En la recta final de la temporada 1997-1998 José Manuel Rielo lo convocó en varias ocasiones, pero no sería hasta la campaña siguiente cuando Tolo Plaza le daba la oportunidad de debutar con el primer equipo. Su trabajo y entrega diaria le llevaron dar el salto al primer equipo de forma definitiva con José Antonio Morante, Lico, secretario técnico, en la temporada 2000-2001. Siempre partía cada campaña como el tercer delantero, pero al final el almeriense terminaba jugando.

En su tercera aparición con el primer equipo, tras acumular solo 55 minutos de juego, anotó su primer gol como franjiverde en la victoria del Elche (3-1) ante el Figueres. Meses después, en la promoción de ascenso a Segunda División A, frente al Melilla, marcó un gol decisivo. Se adelantaron los melillenses con un gol de David Rico mediada la primera parte, pero Mariano Armentano empataba el partido en el 73. Tolo Plaza retiraba del terreno de juego a Juanjo y daba entrada a Nino en el 61. En el 93, Nino recogía un rechace dentro del área rival y anotaba el 2-1 final que ponía en ventaja al equipo para el partido de vuelta que se jugaría días después en el Álvarez Claro y que terminó con victoria franjiverde 0-1, con un gol de Claudio. «Aquel gol quizás es el que mejor recuerdo, por todo lo que significaba», reconocía ayer Nino al ser preguntado por el instante que más le había marcado en esos 300 partidos. Posteriormente, reconoció que «es de agradecer el detalle que han tenido conmigo tanto el club como mis compañeros y quiero darles las gracias porque cosas como estas te ayudan a seguir».

Nino dice que cuando comenzó a jugar en el equipo ilicitano «nunca se planteó alcanzar esta cifra. Trescientos partidos aquí significan mucho porque es mi casa y hay pocos jugadores que lo hayan conseguido. Estas cosas se logran con trabajo, humildad, carácter y el apoyo de la afición y de la gente que me quiere», apostilló. Entre los que más le quieren se encuentra su mujer Estrella, una ilicitana que consiguió que Elche fuera su casa para siempre. No cabe duda, que aquí también se cumple aquello de que detrás de un gran hombre existe una gran mujer. Nino es una leyenda viva en este Elche y el fútbol está siendo justo con él.