Alberto Toril, técnico del Elche, acudió ayer a la rueda de Prensa un tanto a la defensiva después de una semana complicada que comenzó el pasado domingo, con la derrota en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla Atlético (2-0), siguió con sus declaraciones postpartido en el coliseo hispalense, la charla que mantuvo con la plantilla en el campo anexo el lunes, las críticas que se están realizando en el entorno al centrocampista Álex Fernández y el hecho de que Matilla comenzara en el banquillo en el coliseo sevillista.

El preparador cordobés no dudó en afirmar en su comparecencia ante los medios de comunicación que con Álex Fernández «se está siendo muy injusto». Entiende que el jugador madrileño «es patrimonio del club, tiene aquí tres años, es joven y con muchas posibilidades. No considero que esté peor que los demás. Se han levantado unas expectativas muy grandes alrededor de él y poco a poco va encontrado su sitio. No creo que en el último partido estuviera peor que Dorca. Además, tanto Dorca como Álex venían de jugar dos buenos partidos ante Zaragoza y Córdoba».

Alberto Toril explica que «tengo cuatro mediocentros, cinco con Lolo, y en función de cada partido voy a decidir. Si ganamos las cosas estarán bien hechas y si perdemos, criticaréis que ha jugado uno y no el otro. Todos no tienen cabida».

Sobre sus palabras al final del encuentro ante el Sevilla Atlético, en las que afirmó que «a día de hoy, el equipo no tiene nivel para estar arriba y el partido lo decide la calidad» confesó lo siguiente: «Cuando acaba el partido hablo con los jugadores y les explico lo que voy a decir en la sala de Prensa y lo entienden. En ningún momento hablo de calidad, sino de estar preparado en el momento o el de tener el nivel apropiado en ese instante. Igual dentro de tres semanas lo tenemos».

A su juicio «fue un mensaje hacia todo el mundo. Cuidado, vamos a tener los pies en el suelo y vender la realidad, que no es otra que ir partido a partido y, a partir de ahí, vamos a ver de lo que somos capaces. Si pensamos en otra cosa nos equivocamos. Todo ello no va influir para nada y el ambiente es bueno dentro del grupo».

Sobre la presión del entorno señaló que «parece que vivimos en una noria y que, si ganamos, los objetivos están muy arriba, pero, si perdemos, todo es malo y se acaba el mundo. Noto esa exigencia fuera, no en el club. Hay que buscar un equilibrio porque las prisas no son buenas. Al final hay que saber de dónde venimos y la realidad. No somos ahora el Elche que estaba en Primera. En todos los partidos vamos a ir a ganar y cuando llegue el final veremos hasta dónde podemos llegar».

Con relación al partido de mañana en Soria, ante el Numancia, Toril alertó del peligro en las acciones a balón parado de Julio Álvarez y recordó que el Numancia es un equipo «intenso», que saca partido de las dimensiones de su campo. «Es un terrreno de juego muy complicado para los visitantes, corto y estrecho, que te obliga a jugar un partido concentrado y sin cometer errores, para que ellos no saquen provecho de él. Tenemos que ser capaces de hacer un partido competitivo, lo más serio posible y, de esta manera, estaremos más cerca de vencer. Este equipo es capaz de ganar a cualquiera si está al 100%».