Paralelamente a todos los recursos que está preparando el consejo de administración del Elche para evitar o retrasar el pago de la multa de 4,1 millones de la Unión Europea «de forma inmediata y efectiva», como recomienda el administrador concursal, Carlos Pérez, los directivos del club ilicitano están barajando varias alternativas para abonar la sanción, en el caso de que las reclamaciones judiciales no prosperen.
La primera y que consideran más viable es una ampliación de capital. Una decisión que debería contar con el apoyo del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) como responsable del 54,6% de la títulos que controla la Fundación. El director del IVF, Manuel Illueca, ya se ha pronunciado y ha asegurado que no aceptarán ninguna fórmula que le haga perder su mayoría accionarial, porque complicaría y mucho la venta del crédito de 14,6 millones impagado por el Elche al Skyline.
La Fundación ya se tuvo que abstener cuando el consejo planteó una ampliación anterior. Además, en esta supuesta venta de nuevos títulos, no se podría cambiar deuda por acciones y debería llegar dinero nuevo. El consejo podría luchar para que esta idea prospere. Entre otras cosas podría proponer al juez que si no acepta esta ampliación, la entidad entraría en causa de disolución y, como mal menor, intentaría hacer que prevaleciera la ley de sociedades en lo relativo a las causas de disolución. No obstante, este incidente contaría con la oposición del IVF y el juzgado tendría la última palabra.
La segunda alternativa que se plantea el consejo es poner el Martínez Valero como aval. En este caso, también, hay una serie de inconvenientes. Parte del estadio ya está hipotecado por los bancos. Unos 1,6 millones como aval de los locales de los bajos comerciales y otros 1,7 millones con la deuda con Los Serranos por las obras de remodelación. Además, quien tendría que aceptar el aval es el acreedor de la multa de Bruselas, que es el IVF, y, tampoco, está dispuesto porque considera que no podría hacer nada con el estadio y no lo podría utilizar para amortizar la deuda.
La tercera vía es pagar con dinero contante y sonante. Para ello, según fuentes del club ilicitano, existe un saldo de unos 3 millones de euros en una cuenta bancaria en Bankinter del remanente correspondientes al dinero recibido por la ayuda del descenso, más el millón recibido del primer pago la venta de Sergio León. De ahí podría hacerse frente a los 1,8 millones de la multa que el administrador concursal ha calificado como crédito privilegiado. Tendrían que tener el permiso de Carlos Pérez. Al igual que las anteriores alternativas, también, tiene algunos inconvenientes porque con ese dinero es con el que se está haciendo frente a los gastos corrientes de nóminas de jugadores y empleados, viajes, etc, lo que restaría la liquidez actual que tiene el club.
Y por último, la cuarta fórmula es que los consejeros avalen con su dinero o saquen un préstamo avalado con su patrimonio, como ha sucedido en épocas anteriores. Esta cuestión es complicada porque los directivos actuales no están dispuestos a jugarse su patrimonio.
Mientras tanto, según el informe del administrador concursal, el pago se debe afrontar una vez se pacte el convenio de acreedores, algo que no tendrá lugar hasta principios de año. Sin embargo, según el IVF, desde Bruselas se exige el pago, o la consignación de las cantidades de la multa, antes del 5 de noviembre. El IVF está a la espera de recibir respuesta de Europa para saber qué papel debe adoptar.
