Manuel Jesús Ortiz Toribio, conocido como Lolo, ha pasado de ser un jugador imprescindible para Rubén Baraja, en la campaña 2015-2016, a ser el «quinto jugador en la lista del centro del campo por minutos y por la confianza que tiene el técnico en cada jugador». Asume que «estoy en el último escalón». De hecho, sólo ha intervenido en 92 minutos en lo que va de Liga.

El futbolista onubense reconoció ayer que está siendo «un año difícil para mí», sabe mejor que nadie que «no estoy siendo lo importante que era el año pasado» y afirmó que «un día antes de empezar la Liga ya le dejó entrever el entrenador que no iba a jugar inicialmente».

«Me dijo que había compañeros que partían con ventaja con respecto a mí y como profesional que soy lo único que me queda es entrenar y ponérselo difícil al técnico e intentar que cambie de opinión y me dé más minutos», dice. Lolo considera que «es cuestión de gustos y me toca seguir buscando minutos. Un entrenador está para tomar decisiones y yo las asumo con normalidad».

Fue titular ante el Lugo (0-3) y, desde ese partido, en el que todo el equipo estuvo horrible, pasó al ostracismo. «Nos pasaron por encima. Era una oportunidad para mí y tanto individual, como colectivamente, no la aprovechamos. A partir de ahí he dejado de jugar, pero sigo entrenando con la misma ilusión, apoyando al equipo, con otro rol».