Manuel Jesús Ortiz Toribio (Huelva, 22 de agosto de 1984), conocido como Lolo, ha pasado de ser un jugador imprescindible para Rubén Baraja, en la campaña 2015-2016, a ser el «quinto jugador en la lista del centro del campo por minutos y por la confianza que tiene el técnico en cada jugador». Asume que «estoy en el último escalón». De hecho, sólo ha intervenido en 92 minutos en lo que va de Liga.

El futbolista onubense ha reconocido esta mañana que está siendo «un año difícil para mí», sabe mejor que nadie que «no estoy siendo lo importante que era el año pasado» y ha afirmado que «un día antes de empezar la Liga ya le dejó entrever el entrenador que no iba a jugar inicialmente».

«Me dijo que había compañeros que partían con ventaja con respecto a mí y como profesional que soy lo único que me queda es entrenar y ponérselo difícil al técnico e intentar que cambie de opinión y me dé más minutos», dice. Lolo ha detallado un poco más su conversación con el entrenador: «Me dijo que había traído jugadores que ya había tenido y confiaba en ellos. Que me iba a tocar esperar. Es cuestión de gustos y me toca seguir buscando minutos. Un entrenador está para tomar decisiones y yo las asumo con normalidad. Cuando llegué aquí nadie me prometió jugar. La pasada campaña tuve la suerte de ser importante en el equipo y en esta estoy jugando menos minutos».

Fue titular ante el Lugo (0-3) y, desde ese partido, en el que todo el equipo estuvo horrible, pasó al ostracismo. El onubense, al final de aquel partido, no se escondió, como capitán que es, y confesó que habían tenido «un día desastroso» y añadió que «tácticamente los jugadores del Lugo estuvieron mejor colocados que nosotros en el campo». Desde aquel día no se ha vestido de corto. «¿Si me ha pasado factura? No dije ninguna mentira. Nos pasaron por encima. Era una oportunidad para mí y tanto individual, como colectivamente, no la aprovechamos. A partir de ahí he dejado de jugar, pero sigo entrenando con la misma ilusión, apoyando al equipo, con otro rol, pero como capitán del equipo ahí estoy para lo bueno y para lo malo. Vengo de una lesión y cada día me encuentro mejor. Soy un jugador diesel al que le hace falta jugar minutos».

Entiende que «tengo unos compañeros geniales, el equipo lo está haciendo bien y me toca esperar». Lolo se ha negado a comparar al actual Elche con el de la pasada campaña. «El año pasado, tanto el técnico como los jugadores, realizamos una campaña espectacular y nos dejamos el alma por el equipo. Ahora, hay que ir partido a partido. Al final valoraremos qué plantilla es mejor o peor», apunta.

Lolo estuvo siete temporadas en el Sevilla Atlético, tanto en Segunda como en Segunda B, y volver al Sánchez Pizjuán el domingo «es bonito para mí». El duelo en la capital andaluza será diferente para él. «Va a ser un partido difícil y tendremos que saber llevar el ritmo del partido y quitarles la pelota, que es como más sufren, para, a continuación, aprovechar nuestras oportunidades», concluye.