«Bendito problema». Así definió el técnico del Elche Alberto Toril el hecho de que ante el Sevilla Atlético vaya a tener problemas para confeccionar el once inicial. El regreso de Matilla y Rober Correa, que ya han cumplido sus partidos de sanción y pueden ser utilizados en el Sánchez Pizjuán, le obligan a tomar decisiones nuevas durante esta campaña.
Durante las ausencias de Matilla y Rober, los que eran suplentes han sabido dar la cara y demostrar sobre el terreno de juego que también pueden sumar cuando se les necesita. «Eso es buenísimo para los entrenadores, contar con distintas variantes. Los técnicos necesitamos potencial y posibilidad para modificar cosas», insistía el preparador franjiverde tras el duelo frente al Córdoba antes de decir que «hoy éramos pocos para modificar en ataque y teníamos poco arsenal».
Lo que está claro que ante el filial hispalense van a ser muchos y se va a ver obligado a dejar algún jugador importante fuera. Luis Pérez y Pelayo han dejado claro que se puede contar con ellos y lo han hecho sobre el césped, en el que los jugadores están obligados a ganarse la confianza de su entrenador.
El lateral rozó la perfección ante el Córdoba, por la banda derecha, en su debut en Liga como titular. Mientras tanto, el centrocampista, ante Real Zaragoza y Córdoba CF, no sólo marcó dos goles, sino que también fue clave a la hora de que el estilo de Toril haya mejorado con él por delante del pivote.
Si Pelayo está en el campo, el Elche puede combinar el salir desde atrás, con el balón controlado, con el pase largo sobre el ovetense. En suma, ayuda a que el sistema del equipo sea menos previsible. Además, aporta trabajo y llegada al área rival. Por fin, y eso hay que apuntarlo en la nómina de Alberto Toril, Pelayo está jugando en su verdadero puesto.
No cabe duda de que Luis Pérez y Pelayo lo han puesto complicado. El sevillano sueña con jugar ante su exequipo, donde se inició como futbolista, aunque es consciente de que Rober, hasta cumplir su partido de sanción, había jugado todos los partidos. En principio, todo apunta a que volverá el pacense. Es la ley del fútbol. «Desde el principio de campaña dejé claro que tenía que luchar por ganarme minutos y en eso estoy», dice antes de dejar claro que, a partir de ahora, «es el entrenador el que tiene que decidir quién juega. Yo me dedico a trabajar y tengo como compañero a un gran futbolista. Si lo hace Correa, lo comprenderé y, si lo hago yo, estaré contento. Es decisión del entrenador».
Donde Toril tiene más problemas es en la medular. Con Matilla castigado por su expulsión frente al Nàstic, el doble pivote ha estado formado por Álex Fernández y Dorca, con Pelayo por delante, más cerca de Nino. Con el regreso de Matilla, el reemplazado podría ser Álex. Pero para el técnico no va ser sencillo, aunque ante el Córdoba lo sustituyó al madrileño en la segunda parte. Bendito problema es el que tiene Toril.
Evolución constante
Si nos atenemos a los minutos jugados en los primeros once partidos de competición, ocho jugadores han tenido más presencia en el once que el resto. Se trata de Juan Carlos, Rober Correa, Noblejas, Dorca, Álex Fernández, Matilla, Pedro y Hervías. En los dos últimos partidos, la lesión de Noblejas ha permitido que Edu Albacar se haga con el carril izquierdo.
A ellos hay que unir a José Ángel, Josete y Pelegrín en el centro de la defensa. Los tres han intervenido los mismos minutos, aunque en los últimos duelos José Ángel y Pelegrín se han llevado el gato al agua.
Arriba, ha sucedido lo mismo con Nino y Guillermo. A pesar de atesorar parecidos instantes de juego, el almeriense parece haber sacado ventaja en su protagonismo dentro del equipo.
Otros futbolistas como Leomar, Hugo Fraile y Liberto también han tenido su oportunidad, pero todavía no se han hecho con la titularidad, mientras que las lesiones no le están dejando rendir como se espera de él a Eldin y a Lolo, al igual que a Pol, Mandi y Armando, que llevan toda la campaña en el dique seco. Iriondo y Germán sólo han tenido protagonismo en la Copa del Rey.
