Luis Milla se encuentra al borde de su primera frontera como entrenador del Real Zaragoza: una derrota este domingo contra el Elche complicaría su futuro como técnico, tal y como se entiende en el club, donde ha empezado a cundir la preocupación por la dinámica del equipo.

Sin embargo, hacia fuera, en el vestuario mismo, tal inquietud no existe. Esta semana, de allí, han salido varias voces de respaldo y protección, como las de Cani o José Enrique. Milla lo aprecia: «No tengo ninguna duda de que ellos (los futbolistas) están con el cuerpo técnico. Se agradece que lo hagan público, lo expongan y lo digan. José Enrique y Cani lo explicaron bien».

El turolense, por encima de lo personal, prefirió centrarse en el fútbol, aunque sí tuvo palabras para un supuesto ultimátum contra el Elche. «Si entendiera que es así no podría trabajar tranquilo. Todos los proyectos necesitan estabilidad. Yo solo pienso en mejorar el equipo, ser buenos fuera de casa? Si piensas que estás en una final ya en la jornada siete u ocho, eso no es bueno ni para el entrenador ni tampoco para el equipo. Estar con la guillotina todos los partidos sería difícil», explicó ayer Milla.

Luis Milla tiene claro que todo cambiará para bien: «Tengo mucha tranquilidad con el trabajo y la gente nos está apoyando. Es la única manera de sacar esto adelante. Estamos en un club difícil y hay que apelar a la unión. Estoy seguro de que al final el equipo estará entre los seis primeros».

El Real Zaragoza vuelve a La Romareda, donde todavía no conoce la derrota, y por eso el técnico seguirá apostando por el dibujo táctico que viene mostrando en las últimas jornadas.

Sobre el Elche, rival de los maños, Milla apuntó que «tiene la idea muy clara: llevar la iniciativa. Tienen jugadores en el medio del campo que quieren tener el control del juego y es ahí donde son peligrosos. Es un equipo con facilidad para marcar goles aunque también encaja».