El Elche ganó la batalla del Ebro tras imponerse por un contundente 1-3 al Real Zaragoza en La Romareda, en plena fiestas de El Pilar.

La primera parte franjiverde rozó la perfección, con un Pelegrín dando seguridad y veteranía a la defensa, un trivote integrado por Dorca, Álex Fernández y Pelayo, sin tantas ataduras y cada jugador en su papel, y, un Nino, como siempre, auténtico Ángel de la Guarda de los ilicitanos. Pelayo se erigió en el goleador del grupo, actuando en su verdadero puesto y demostrando que puede jugar en este equipo si se le dan minutos.

De los pitos ante el Nàstic a los aplausos. Así de bipolar es el mundo del fútbol. La efectividad franjiverde resultó clave, pero, también, la seriedad atrás y el manejo de los tiempos en el primer tiempo.

Luego, en la segunda mitad, el Elche perdió un tanto el Norte, recibió un gol del exfranjiverde Ángel, y equivocó el camino a la hora de llegar al minuto 90 sin salir herido de un envite que tenía en su mano y que él sólo podía perder.

En vez de seguir desquiciando al Zaragoza, con el balón en los pies y buscando los huecos, como se había hecho en la primera mitad, el conjunto de Toril se empeñó en el balón largo y se precipitó muchas veces a la hora de salir desde atrás, lo que benefició el juego maño, que lo tuvo fácil para jugársela desesperado al ataque sobre el área de Juan Carlos y aislar a Guillermo.

El fantasma del día del Nàstic pasó por la cabeza de los ilicitanos, que remontó un 3-1, pero ni el Zaragoza tiene la dinámica de los catalanes, ni tampoco el Elche bajó los brazos.

Lo cierto es que el triunfo, tras unos primeros 45 minutos para enmarcar, dejó un cierto sabor amargo en la continuación. Todo terminó bien y, una vez más, se demostró que jugando al fútbol este equipo puede hacer grandes cosas, pero, también es cierto que hay que corregir lo sucedido a partir del 46, para no llevarse sustos de última hora. Marcar tres goles en Segunda es casi milagroso y una vez con el tesoro en la mano, perderlo hubiera sido de siquiatra.

La victoria es importante y ante un rival que sólo había recibido dos goles en su estadio, ambos habían sido desde el punto de penalti. Lo que demuestra, que no es fácil ganar en tierras mañas. De hecho, La Romareda era un campo maldito para los franjiverdes. No ganaban a orillas del Ebro desde el 24 de noviembre de 1968.

El Real Zaragoza salió como se esperaba. Intenso y con la mirada puesta en la área de Juan Carlos. Los últimos partidos así se lo exigían. Pero, el Elche, supo manejar sus cartas. Aguantó el arreón rival cuando convenía y, trató de buscar los huecos que el afán ofensivo maño le dejaba. En una de esas jugadas, Hervías avisó que el Elche no venía de comparsa, pero su tiro se marchó fuera. Cuando el esférico besó la red fue en el 28. Pedro puso el balón sobre el área, Nino lo dejó pasar y Pelayo, en el segundo palo, lo empujó dentro de la red. Cinco minutos más tarde, Dorca sirvió sobre el área, Irureta no acertó a coger el balón y un mago llamado Nino estaba allí para hacer el segundo.

José Ángel y Pelegrín, al alimón, pudieron hacer el tercero. Sí llegó esa tercera diana de Pelayo, en el 43, tras hacer una pared con Nino. Unos minutos antes, Juan Carlos aportó su granito de arena a la causa sacando con el piel un balón rematado dentro del área pequeña, a bocajarro por Ángel.

No repetir los errores

Tras el descanso, el Zaragoza salió dispuesto a todo y con la mirada puesta en el área del meta blanquiverde. Su guión no podía ser otro, dado como estaba tanto el marcador, como la grada, de uñas con ellos. Ángel acortó distancias en el 63, después de varias llegadas sobre el marco de Juan Carlos.

Con el 1-3 había que ponerse de nuevo las pilas y no repetir errores como los del día del Nàstic. No ayudó mucho en esa idea de aguantar al Zaragoza el primer cambio de Toril. Sacó al campo a Guillermo y quitó a Nino, el único que sabe en cada momento lo que hay que hacer sobre un terreno de juego. Ese movimiento propició que el conjunto franjiverde se partiera por el centro y que el delantero vasco aportara poco ahí adelante.

Se arregló un poco con las entradas de Liberto y Josete. El central, como pivote, dio oxígeno a la medular y el Zaragoza terminó bajando los brazos y rindiéndose.

Ficha técnica:1 - Real Zaragoza:

Irureta; Fran, Marcelo Silva, Cabrera, José Enrique; Zapater; Lanzarote, Erik Morán (Javi Ros, min.57), Alex Barrera (Juan Muñoz, min.46), Xumetra (Edu García, min.49); y Ángel.

3 - Elche C.F.: Juan Carlos; Rober Correa, José Ángel, Pelegrín, Edu Albácar; Alex Fernández, Dorca; Pedro, Pelayo (Josete, min.81), Hervías (Liberto, min.77); y Nino (Guillermo, min.69).

Goles: 0-1. min.30. Pelayo; 0-2. min.34. Nino; 0-3. min.45. Pelayo; 1-3. min.64. Ángel.

Árbitro: Cordero Vega, del Comité Cántabro. Amonestó con tarjeta amarilla al local Cabrera y a los visitantes Rober Correa y Pedro.