La lesiones se ha cebado con el Elche. Toril no pudo contar ayer con dos jugadores importantes y determinantes en su esquema de juego. Nino ni siquiera entró entre los 18 elegidos. El delantero almeriense viene arrastrando, desde la semana pasada, molestias en el lumbago y, a pesar de que jugó en Huesca, ayer no estaba en condiciones.

A la ausencia del atacante franjiverde se unió de la Pablo Hervías, otro de los futbolistas más destacados en este inicio de temporada. El extremo riojano estaba en el once inicial, pero, durante el calentamiento, se resintió de sus molestias y el técnico del Elche tuvo que cambiar, de forma urgente, dando entrada a Hugo Fraile y reclutando para el banquillo a Liberto, que no estaba en las convocatoria de 19 jugadores.

«Hervías ha tenido problemas de pubis y no podía casi apoyar el pie y en los giros le molestaba; y Nino sigue teniendo ese problemilla en el lumbago. Son dos futbolistas importantes para nosotros, por lo menos para tener una solución en el banquillo», lamentó el preparador franjiverde, que a su vez, alabó el «esfuerzo y la entrega» de los que tuvieron en el terreno de juego.

Más de 8.000 espectadores

El estadio Martínez Valero registró ayer la mejor entrada de la temporada por un espectador. Según los datos facilitados por el club asistieron 8.031 aficionados, por 8.030 del anterior partido en casa frente al Lugo.

Fiesta granota en las gradas

Entre los asistentes se encontraron más de medio millar de seguidores del Levante que estuvieron animando a su equipo, de forma ruidosa, desde antes del comienzo del encuentro. Al final, con la victoria de su equipo, la felicidad fue completa y la tarde les salió perfecta.

Antes del encuentro se produjo un hermanamiento entre las federaciones de peñas de ambos clubes. El ambiente fue muy cordial y no hubo que destacar ningún incidente.

Por su parte, los aficionados del Elche apoyaron a su equipo, especialmente, en la recta final del encuentro y agradecieron con aplausos el esfuerzo.