El Elche ha comenzado de forma inmejorable la Liga en el estadio Martínez Valero. El estadio franjiverde se ha convertido en un fortín en los dos primeros encuentros que los ilicitanos han disputado como local, merced a las victorias frente a uno de los equipos candidatos a luchar por el ascenso, como es el Rayo Vallecano (2-1); y a un rival siempre complicado como el Tenerife (3-1).

Además, los dos triunfos han venido acompañados de un juego brillante que ha provocado la ilusión de una afición que ya sueña con alcanzar metas altas en la presente temporada.

Durante la semana, dos pesos pesados de la plantilla, como Nino y Pedro, habían avisado de que para hacer «cosas importantes» y «cosas bonitas» era fundamental sacar adelante los encuentros de casa. Y, hasta ahora, ese propósito se está cumpliendo.

La primera jornada, el equipo franjiverde ya dejó detalles del fútbol y combinación que Toril pretende implantar en este nuevo Elche. Una buenas intenciones que se corroboraron el pasado sábado contra el Tenerife.

La apuesta por sacar el balón jugado desde atrás, a pesar de los riesgos que conlleva en algunas ocasiones, parece que va a ser un estilo innegociable esta campaña.

Además, en la plantilla del Elche hay este año futbolistas de calidad técnica, como Matilla y el último fichajes, Álex Fernández, que están llamados a llevar el peso del juego.

Junto a ellos aparecen jugadores desequilibrantes en la bandas, caso de Pedro y Hervías, que en tan sólo dos jornadas ya se han ganado el cariño de su afición. Si a ellos les unimos a Nino, que en los últimos años ya no es tan goleador, pero, a cambio, ofrece inteligencia a la hora de saber recibir el balón, oxigenar el juego a las bandas y dar asistencias; la cosa parece que pinta bastante bien.

Los seguidores se han marchado a casa encantados de lo que han visto de su equipo en las dos primeras jornadas en el Martínez Valero: dos victorias, buen juego y cinco goles -dos de ellos de penalti- y una plantilla que ilusiona.

Una vez que se han superado los dos primeros exámenes como local, ahora queda mejorar a domicilio. La popularmente media inglesa: ganar en casa y sacar al menos un punto a domicilio, debe ser el siguiente objetivo del equipo ilicitano si quiere estar en la parte alta de la clasificación.

En Girona, el Elche fracasó y no estuvo a la altura que se esperaba. Ahora vienen por delante dos encuentros a domicilio, el martes (19 horas) en Copa frente al Mirandés y el domingo (18 horas) en Murcia contra el UCAM, para que el equipo de Toril, quien dijo que quiere ver un conjunto con identidad propia tanto en casa como fuera, demuestre que la buena imagen mostrada en el coliseo franjiverde también es capaz de sacarla a relucir lejos del estadio Martínez Valero.

Goles en contra

La asignatura a mejorar son los goles en contras y algunos desajustes defensivos que se han mostrado en los dos primeros encuentro como local. Hasta ahora, en las tres primeras jornadas de Liga, el Elche no ha sido capaz de dejar su portería a cero. Y eso es otro de los aspectos fundamental para luchar en la zona noble de la clasificación.

Los tantos recibidos frente a Rayo y Tenerife han sido más propio de errores propios que de acierto del rival. Pero, como también dijo Toril, no hay que olvidar de que se trata de una plantilla nueva que se tiene que ir adaptando con el paso de los partidos, aunque con el riesgo que se asume a la hora de sacar el balón jugado desde atrás, las virtudes ofensivas, también, tienen un precio en defensa.

La Liga acaba de comenzar, queda mucho por delante, pero, por el momento, el Martínez Valero es un fortín.