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Un serio toque de atención para el Elche en Girona

El Elche comprueba que sin intensidad ni coordinación defensiva es imposible competir en Segunda

Guillermo, resignado, durante el encuentro del pasado sábado en el estadio de Montilivi de Girona. lof

El Elche de Toril recibió el pasado sábado en Girona el primer toque de atención de la temporada. Muchos se las prometían felices después del buen inicio de Liga frente al Rayo VallecanoRayo Vallecano, pero en el estadio de Montilivi se demostró que en una categoría tan igualada como es la Segunda División Segunda Divisiónhay dos aspectos que son innegociables: la intensidad en el juego y una buena coordinación en el aspecto defensivo.

A partir de ahí, se puede estar más o menos acertado en ataque y tener en mayor o menor medida la pelota. Pero si no se juega al máximo y no se defiende bien, con un buen posicionamiento táctico, cualquier equipo te puede pintar la cara. Y el conjunto ilicitano ya tuvo un claro ejemplo la temporada cuando después de perder 4-1 en Llagostera y 1-4 en el Martínez Valero frente al Mirandés, Baraja decidió cambiar el estilo y apostar por un equipo bien arropado atrás.

Toril puso como excusa que el Girona es un conjunto más rodado y que el Elche tiene una plantilla en construcción. Pero cuando se habla de intensidad y de posicionamiento táctico poco tiene que ver ese aspecto.

RITMO DE JUEGO

El Girona salió más intenso y jugó a lo que quiso

El conjunto franjiverde era consciente de que el cuadro catalán iba a salir con una intensidad muy alta y, al contrario que en la primera jornada frente la Rayo, no supo frenar la mayor velocidad de los catalanes, a pesar de que en la plantilla ilicitana hay jugadores con mucha experiencia y que conocen perfectamente lo que es la Segunda División.

VARIANTE TÁCTICA

Los ilicitanos se vieron sorprendido por un sistema de juego que ya conocían

Toril ya comentó antes del encuentro que el Girona era una rival, al igual que el Mirandés, que juega de manera diferente a la mayoría de los equipos de la categoría de plata. La utilización de tres centrales, dos carrileros y dos delanteros puros no fue ninguna sorpresa, porque los gerundenses lleva jugando así, de la mano de Machín, las tres últimas temporadas. El Elche, al igual que le ocurrió a España en la Eurocopa frente a Italia, estaba advertido, pero no supo frenarlo.

DEFENSA

Un equipo muy metido atrás y con las líneas separadas

Los franjiverdes, como se suele de decir de forma vulgar en el mundo del fútbol, metieron el culo muy atrás. La línea defensiva de cuatro jugó, prácticamente en su área, y los dos pivotes apenas dos metros por delante. Eso provocó que la líneas estuvieran más muy separadas, que Matilla estuviese muy lejos a la hora de recibir el balón y, ante la presión del Girona, la única solución fue el balón largo. Además, los dos extremos: Pedro y Pablo Hervías estaban más pendientes de tapar las subidas de Aday y de Cifu que de intentar recibir y crear peligro. Sin embargo, en el segundo tiempo, adelantando la línea defensiva, la líneas ya estuvieron más juntas y hubo una fase en la que el Elche tuvo el control del balón.

POSESIÓN

Primer tiempo sin balón y luego muy lejos del área

A pesar de que el Elche terminó ganando el porcentaje de la posesión del balón 46-54, durante los primeros 45 minutos, cuando se decidió el encuentro con los dos primeros goles de los catalanes, los futbolistas franjiverdes apenas entraron en contacto con la pelota y el juego fue, prácticamente, un monólogo del Girona, que robo innumerables balones, entró por las bandas como quiso y los ilicitanos apenas pudieron sobrepasar la línea divisoria del centro del campo.

BÚSQUEDA DE ESPACIOS

El conjunto de Toril no supo hacer daño en las zonas libres

Toril también anunció antes del encuentro que lo que su equipo tenía que hacer era intentar aprovechar los espacios que deja el cuadro catalán cuando suben sus laterales y se quedan solos los tres centrales. Durante los primeros 45 minutos, el Elche no supo interpretar eso. Curiosamente, tras la lesión de Mandi, salió Nino y el delantero sí lo supo hacer. Se situó entre líneas, entre los tres centrales y el pivote defensivo del Girona, recibió y aguantó de espaldas y, en muchas ocasiones, abrió el balón a las bandas buscando que entraran los extremos y le ganaran la espalda a los laterales. Con esa virtud, los franjiverdes estuvieron a punto de meterse en el partido y Hervías provocó un penalti, que el árbitro no señaló, sorprendiendo a Cifu que llegó común toro y lo derribo.

TIEMPO POR DELANTE

El técnico debe comenzar a corregir los errores

La imagen de Girona ha sido un duro toque de atención porque su equipo había ilusionado con buen juego y victoria en el estreno liguero. Toril ya ha recibido el primer aviso. Se puede buscar un juego con buen trato de balón, al ataque y que agrade a la afición. Pero la Segunda División es muy traicionera. Los equipos que mejor saben leer los partidos suelen ser los que se lleven el gato al agua, amen de la calidad para resolver las situaciones de gol que se generan. La plantilla franjiverde tiene experiencia, puede ser de las que más de la categoría, y la imagen y el correctivo que recibieron en el estadio de Montilivi no se puede volver a repetir.

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