La afición franjiverde también disfrutó ayer de un día muy emotivo. A pesar de estar en pleno mes de agosto y que muchos seguidores están todavía de vacaciones, varios centenares de aficionados no quisieron perderse la presentación de Nino en su vuelta al Martínez Valero.

Desde una hora antes de su salida al césped, en las puertas del coliseo ilicitano se notaba que iba a pasar algo especial. Un buen número se agolpaba esperando el permiso para subir a las gradas. Poco después de las doce y media llegó el momento esperado. El delantero salió al terreno de juego, los seguidores se pusieron en pie y comenzaron a corear «Nino, Nino, Nino...» en medio de un atronador aplauso. Rápidamente apareció el clásico cántico de «Ninogol».

La afición estaba orgullosa de volver a ver a su ídolo vestido de franjiverde. Nino ha sido, con diferencia, el jugador más querido por los aficionados en las dos últimas décadas. Y eso se notó ayer.

Sin el «7» y sin capitanía

A pesar de sus ocho temporadas y 256 partidos con el Elche, Nino no llevará «su» dorsal número 7 y no será uno de los capitanes de la plantilla. Dos cosas que para el jugador son secundarias. «Es un tema zanjado y no tengo ningún problema. Los que llegamos los últimos cogemos los números que quedan y yo me he quedado con el 11. No quiero ninguna polémica. Estoy centrado en entrenar, marcar goles y en ayudar todo lo que pueda al equipo. En cuanto a la capitanía, tenemos buenos capitanes yo soy uno más dentro de la plantilla».

Nino viajó ayer por la tarde a Pamplona, con permiso del club ilicitano, para realizar el traslado y, a partir de las 12.30 horas, se despedirá de la afición de Osasuna.