El Elche comenzó la temporada ilusionando a su afición. El conjunto ilicitano venció al Rayo, uno de los favoritos al ascenso, y lo hizo remontando, mostrando calidad y dando motivos, más que suficientes, para que los pocos más de 7.000 seguidores que se dieron cita en el Martínez Valero le tributase una gran ovación al final del encuentro.

Los franjiverdes sacaron a relucir su mejor versión en el estreno liguero y, a pesar de que los primeros minutos no fueron del todo buenos, supieron rehacerse al gol inicial de los vallecanos, le dieron la vuelta al marcador y, en algunos momentos, encandilaron a sus seguidores. Guiados por Matilla, que estuvo impresionante, el equipo de Toril demostró que tiene mimbres para hacer una gran temporada y luchar por algo grande.

El «jugón» del equipo comandó el juego, pero tuvo a su lado fieles escuderos que le hicieron el trabajo sucio, como fueron Mandi y Dorca. Pablo Hervías y Pedro demostraron que tienen mucha calidad y desequilibrio en las bandas y Guillermo le dio otro aire al equipo con su movilidad y trabajo incansable. En defensa, Rober Correa está llamado a hacer cosas importantes en el lateral derecho, Pelegrín y Josete mostraron serenidad y compenetración, mientras que Edu Albacar, sin estar a su mejor nivel, sigue teniendo un guante en su pierna izquierda y, poco a poco, debe ir progresando.

Sólo es el primer partido, pero dice el refrán que quien da primero da dos veces y en una Segunda División que se presenta igualada, iniciar bien la competición es fundamental y el Elche lo ha hecho.

Toril apostó de salida por un trivote con Mandi, Dorca y Matilla con la intención de quitarle el balón al Rayo y evitar que Trashorras, totalmente desaparecido, entrara e hiciera el juego que más le gusta. Pedro y Pablo Hervías intentaban desbordar en las bandas y Guillermo oreció mucha movilidad en ataque.

En los primeros minutos, los vallecanos ejercieron de equipo gallito, se adueñaron de la pelota y buscaron la portería de Juan Carlos, sobre todo en la banda izquierda en la que a Edu Albacar le costaba frenar las acometidas visitantes. Los franjiverdes sólo crearon peligro en un saque de esquina de Edu Albacar que terminó en gol de Pelegrín, pero fue anulado por fuera de juego.

El mejor juego del Rayo encontró el premio en el minuto 12. Ebert, que ya había avisado poco antes, dibujó un perfecto lanzamiento cruzado que se coló en la meta de Juan Carlos (0-1).

Conforme se desarrolló el partido en el primer cuarto de hora parecía que los madrileños iban a pasar por encima a los ilicitanos. Pero nada más lejos de la realidad. A los 18, Josete estableció el empate (1-1) peinando una falta muy bien botada por Matilla y, a partir de ahí, el partido cambió por completo de dueño.

Mejoría tras un flojo inicio

Los ilicitanos mejoraron con las líneas muy juntas, cerraron mucho mejor los espacios y Mandi, Dorca y, sobre todo Matilla, se adueñaron del centro del campo.

El partido entró en una fase de ida y alguna vuelta, pero sin claras ocasiones de gol. Pedro y Pablo Hervías, generosos en labores defensivas, comenzaron a aparecer en las bandas y el Rayo ya no encontró los espacios de los primeros 15 minutos.

La mejoría del conjunto de Toril también encontró recompensa en el minuto 35. El árbitro decretó penalti por un empujón de Pablo Ibáñez a Guillermo. Matilla, que esta llamado a ser el «jefe» de este Elche no desaprovechó la oportunidad y puso por delante a los franjiverdes (2-1) que fueron despedidos con aplausos por sus aficionados, mientras que el los dos centenares de seguidores rayistas, que estuvieron muy animados en la primera media hora, mutaron sus gritos de ánimo por el silencio.

Tras el descanso, se jugó a lo que el Elche quiso. La veteranía y la experiencia es un grado y los futbolistas del conjunto ilicitano fueron conscientes de que el encuentro no podía entrar en un ritmo alto y de alternativas. Los ilicitanos supieron poner una marcha lenta, dejar que pasaran los minutos y verlas venir con una buena coordinación defensiva a la espera de sentenciar en alguna contra.

El guión se cumplió a la perfección a excepción del tercer gol, lo que mantuvo en vilo el resultado. Pero en los segundos 45 minutos apenas pasaron cosas y los porteros fueron meros espectadores.

El choque fue avanzando y en los últimos minutos la fiesta fue completa en el Martínez Valero. Salió Nino y se llevó una enorme ovación. Se retiró Edu Albacar y también recibió multitud de aplausos.

Con el pitido final llegó el éxtasis. Una afición huérfana de alegrías se llevó la primera de la temporada. Los tres primeros puntos ya están en el casillero del Elche y tienen más mérito por el rival que tuvo enfrente.

Hay motivos para ilusionarse. Pero la Liga es un maratón de 42 kilómetros, la pájara puede llegar en cualquier momento y hay que ir paso a paso. El primero ya está.