Declinó renovar con el Sporting de Braga para regresar al fútbol español y con ese fin se machaca, junto a un preparador físico, en una pretemporada particular entre salas de gimnasio y el césped del estadio Manolo Maciá de Santa Pola o el Díez Iborra de Elche. Leganés, Granada, Zaragoza, Oviedo o Levante también han iniciado conversaciones con su agente, pero no esconde cuánto le ilusiona volver a casa.
¿Tranquilo o ansioso por encontrar ya nuevo destino?
Siempre se quiere saber dónde vas a jugar y empezar con el grupo. Hay momentos de más nervios y otros de más tranquilidad. Lo importante es estar preparado para, cuando se cierren las cosas, estar más cerca de tus compañeros en cuanto a ritmo y que no se note tanto la diferencia que te da competir en equipo.
Vuelve a estar en la lista de la dirección deportiva del Elche. ¿Cómo de firme percibe la posibilidad de regresar?
Ha habido llamadas y sé que hay interés, pero no hemos avanzado más. No sólo mi caso, me da la sensación de que el mercado en general está un poco parado.
¿Y cómo valora ese interés?
Como ilicitano, volver a casa es un pensamiento que siempre se tiene. En el Elche he vivido cosas grandiosas, como un ascenso a Primera o conseguir dos años seguidos la permanencia, y ojalá se pueda volver a repetir. Siempre es mi ilusión, porque más a gusto que aquí, en ningún lado. Pero, como he dicho muchas veces, el club lleva su camino y yo el mío, y hay más opciones.
¿Depende su llegada de la capacidad salarial del Elche? ¿Le han pedido que espere?
He leído cosas sobre que lo que me separa del Elche son cuestiones económicas y no es cierto. Supe que me querían, pero no hemos llegado hasta ahí. No hemos hablado de cifras. Sigo al Elche como aficionado y sé que tiene problemas económicos. En Segunda no se está tan bien como en Primera.
Entonces sabe que se le exigiría un esfuerzo.
Lógicamente cuesta menos ir al Elche que a otro club y llegado el momento no sería estricto.
Como hincha debe desear que el club consiga, de una vez por todas, una estabilidad plena. ¿Como futbolista le frena a la hora de elegir?
Los problemas que tiene ahora el Elche ocurren en muchos lugares. Antes, cuando yo estaba, había más temas y más delicados: no se podía fichar, tuvimos que bajarnos el sueldo? Es difícil que este tipo de cosas desestabilicen al jugador. Si entrenas bien, estás tranquilo.
El descenso administrativo llegó en uno de los mejores momentos de su carrera, si no en el mejor. ¿Siente que, además de en lo personal, este hecho trabó su asentamiento en la elite como profesional?
Sin duda. Me afectó como jugador, como aficionado y como ser humano. Todos estábamos súper felices e hizo mucho daño. Iba a sumar tres años en Primera rodeado de mi gente, que te hace rendir mucho mejor. Además el club llevaba un progreso de ir creciendo año a año. Fue un palo muy duro.
Y a Braga.
Tomé esa decisión después de todo aquello y no he estado mal. El fútbol portugués es diferente: más de contacto y menos técnico. Éramos el equipo que mejor juego hacía junto al Sporting de Lisboa y superamos los objetivos marcados. Ganamos la Taça de la Liga después de 50 años.
En enero de 2013 llegó para apuntalar una plantilla muy hecha y atinada. ¿Le seduce la idea de optar ahora a un rol más protagonista si acaba formalizándose su incorporación?
Llegué a un Elche que iba primero contra pronóstico. Por ejemplo, el Almería era más favorito, pero el Elche estaba rindiendo muy bien. Yo llegué para completar la plantilla y aportar mi granito de arena. Está claro que siempre es mejor empezar de cero para tener las mismas posibilidades que el resto.
¿Qué le dicen los ilicitanos por la calle?
La verdad es que recibo mucho cariño. Eso es lo que más me llena. Siempre lucharé por el bien del Elche porque soy un aficionado más.
El verano pasado dio la cara como nadie. Eso se valora?
No hice nada que cualquier ilicitano no hubiese hecho por su equipo. Sí es verdad que soy un profesional y dije o hice cosas que podrían haberme perjudicado en el futuro. Pero todo fue desde el corazón y no me arrepiento: lo volvería a hacer.
¿Y en esa casa tan futbolera?
En Elche sería feliz y eso no se paga con dinero. Es verdad que la vida del futbolista es corta y hay muchas circunstancias, pero en mi casa lo único que quieren es que sea feliz. Y si es teniéndome cerca, mejor. Saben que en el Elche eso se daría.
¿Conoce a Alberto Toril? ¿Qué le parecen sus ideas?
No lo conozco personalmente, pero es un entrenador que me gusta. Le agrada tener la pelota y llevar la iniciativa. Me ha sorprendido que no haya estado entrenando desde que salió del Real Madrid Castilla.
¿Y el nivel de la plantilla que se está perfilando?
Me gusta lo que estoy viendo. Está siendo diferente a lo del año pasado, que hubo más cesiones, aunque ojalá acabe yendo por la línea de la temporada pasada, porque creo que se formó un equipo que nos sorprendió a todos y a punto estuvo de meterse a pelear en el play-off.
Se está contando con gente que conoce el club, como tú.
Es un punto a favor que fuera no se tiene. Siempre he pensado que en Elche hay gente de mucha calidad y hay que dar la oportunidad. Comparto no regalar porque sí, pero si se pueden dar más oportunidades. Me encanta ver a gente ilicitana en el Elche.
