Alberto Toril (Peñarroya-Pueblonuevo, Córdoba) nació un 7 de julio, San Fermín, de 1973 y, quizás por eso, no le asusta el morlaco que tiene enfrente. Quiere dar el «chupinazo» en un Elche que vive horas bajas en el aspecto institucional y que ha decidido romper con todo lo bueno que se construyó la pasada campaña, una comisión deportiva que sabía moverse en el mercado. Ahora, de la mano de su amigo José Luis «Chuti» Molina, desea volver a recuperar el tiempo perdido en el conjunto franjiverde, después de un largo periplo en la sombra desde que, en noviembre de 2013, fuera destituido en el Real Madrid Castilla. No duda en afirmar que llega al mejor sitio posible para entrenar y que confía en poder crecer profesionalmente de la mano de la entidad ilicitana. Como futbolista era un centrocampista con un altísimo nivel técnico y perfecto manejo del balón con ambas piernas. Versátil y polivalente. Como el valor en el Servicio Militar, después de entrenar al Castilla, el gusto por el balón se le supone. En el filial blanco demostró ser un técnico valiente, directo y atrevido, pero sin renunciar a una presión defensiva, que mete en el saco a los once que están en el campo, propia de los equipos de Segunda. No en vano, Carlos Aimar, García Remón, Camacho, Rafa Benítez, Ortuondo y Julian Rubio han sido sus entrenadores. Aunque también tuvo a Del Bosque, García Hernández, Quique Hernández y Benito Floro. De todos ha aprendido algo y, ahora, en el Elche tiene la oportunidad de mostrar su librillo. El Elche le brinda la ocasión de volver a montarse al tren de los banquillos.

¿Qué le ha animado a aceptar la oferta del Elche?

No me lo pensé cuando me lo dijeron. Vengo a un gran club, con grandes posibilidades. Llego con muchas ganas y una gran ilusión por hacer bien las cosas y llevarlo donde merece. Voy a aportar todo lo que llevo dentro de mí. Conocimiento, frescura, ilusión y pasión. Al final, soy de los que piensan que cuando las cosas se hacen con pasión siempre salen adelante, independientemente de las dificultades que puedan presentarse en el camino. Creo que llego al mejor sitio posible, un club maravilloso, y, estoy seguro de que juntos vamos a crecer. Por eso agradezco de corazón la oportunidad que me facilita el Elche. La voy a aprovechar sin lugar a dudas. Percibo que llego en el momento justo. Tras dos años sin entrenar estoy con mucha ilusión y con el deseo de disfrutar de esta experiencia.

¿Ha llegado a dudar alguna vez de dar el sí al Elche con todos los nubarrones institucionales que rodean a la entidad y la marcha de Baraja y la no entrada de Lucas Alcaraz?

En el momento que José Luis («Chuti» Molina) me transmite la oportunidad de venir aquí, no lo pienso. Tengo claro que vengo a una gran entidad, con una gran estructura y con muchas posibilidades de crecer. Soy una persona ambiciosa y cuando tengo dificultades busco soluciones.

¿El hecho de llegar de la mano de «Chuti» Molina le llevó a aceptar más fácil la oferta franjiverde?

Es una persona importante en mi carrera. Me dio la primera oportunidad de trabajar como entrenador y somos de carácter diferente, pero complementarios. Me conoce a nivel personal y profesional y juntos vamos a hacer un gran trabajo. Los dos estamos en el sitio idóneo para, con nuestra pasión, hacer grandes cosas.

¿Qué estilo de juego va a aplicar en el Elche?

Quiero que mi equipo sea competitivo, que tenga un estilo claro de juego y ambición. Deseo un conjunto que no se rinda nunca, que sea solidario y del que la afición se sienta orgullosa, al menos en el esfuerzo. Un estilo en el que el público se sienta cómodo por lo que está viendo en el campo. Tendremos una personalidad propia, tanto fuera como en casa.

¿Qué objetivo se marca de cara a la temporada 2016-2017?

Lo primero es hacer un equipo competitivo, que desde la jornada uno tengamos posibilidades de ganar. Luego, la competición nos irá situando en el sitio adecuado. Evidentemente, no vamos a renunciar a nada, pero predecir dónde vamos a estar sin saber realmente qué plantilla vamos a tener es complicado. Hay que salir a ganar todos los partidos en una competición que es muy complicada y difícil para todos.

¿La cantera va a tener un sitio en su esquema de trabajo?

Sabéis de donde vengo, soy un entrenador de club, de la casa y siempre me gusta trabajar con gente joven, pero, indudablemente, aquí va a haber una plantilla competitiva, miraremos siempre hacia abajo, pero las cosas no se regalan, se ganan en el campo.

¿Va a tener el Elche posibilidades de conseguir jugadores cedidos en el Real Madrid?

Podemos aspirar a contar con futbolistas de ese corte porque este club es atractivo y puede servir de escaparate para muchos de ellos. Vamos a estudiar a todos los que nos interesan antes de dar ningún paso adelante. Tengo un conocimiento de la plantilla y, a partir de ahora, vamos a empezar a confeccionar lo que queremos.

¿Le preocupa la fractura social que vive la entidad desde hace ya más de una campaña?

Yo creo que es el momento de aunar esfuerzos, de pensar sólo en fútbol, en estar todos juntos y en ir por el mismo camino. Es la forma más sencilla de que las cosas salgan bien. Todo debemos ir en el mismo barco y así será más fácil estar donde queremos todos.

¿Cómo fue el pulso que mantuvo con Mourinho en el Real Madrid?

En la vida uno pasa por circunstancias diferentes y hay que aprender de todas ellas. Con él lo hice cuando estuvo en el Madrid y siempre deseo que le vaya todo bien. A pesar de que la gente no lo piense tuve una buena relación con él.