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Los afines a Sepulcre resisten

Los cinco consejeros que quedan en la directiva del Elche son allegados al expresidente

Las dimisiones de Juan Serrano, José Alberola y Juan Contreras han dejado al consejo de administración del Elche con sólo cinco consejeros que, curiosamente, son todos afines al expresidente y máximo accionista individual de la entidad franjiverde, José Sepulcre.

También figura como directivo, José Luis Maruenda, pero su nombramiento no ha sido todavía aprobado por la junta general de accionistas y está sólo en calidad de invitado, sin voz y sin voto. Maruenda accedió al consejo de la mano del actual presidente, Diego García, al que acompañó como tesorero cuando estuvo al frente de Ateco.

Estas seis personas, junto al secretario general, Juan Pascual, quien también entró en el club por recomendación de Sepulcre y Los Serranos, son las únicas personas que se han quedado encargadas de dirigir al club ilicitano.

Una situación que demuestra, aunque él se empeñe en negarlo, que el expresidente sigue controlando los designios del Elche desde fuera y que su poder accionarial continúa pesando mucho.

Pero las circunstancias pueden cambiar, a no ser que se saquen de la manga alguna artimaña jurídica, como ha sucedido en otras ocasiones. Los estatutos del club exigen tener un mínimo de seis consejeros, con voz y voto, por lo que el actual consejo de administración está obligado a convocar, casi de urgencia, una junta general de accionistas para nombrar nuevos directivos. En caso contrario, las decisiones importantes que tomen podrían ser impugnadas.

La tesitura no es fácil porque el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) cuenta con el 56% de las acciones y puede obligar a los patronos de la Fundación, que son quienes representan sus títulos, a votar en contra o abstenerse a cualquier nombramiento de nuevos consejeros, como ocurrió en la última asamblea en la que los actuales dirigentes querían poner en marcha una ampliación de capital.

El club ilicitano está, con estos pormenores, paralizado y la única vía de escape podría ser que el administrador concursal, Carlos Pérez, asuma, también, la gestión de la entidad. Pero, para ello, tiene que acceder el propio administrador concursal y solicitarlo al juez que lleva el caso del concurso de acreedores del Elche para que lo apruebe, aunque, según los expertos, en el 90% de los casos suele hacer lo que solicita el administrador concursal de cualquier empresa.

De momento, Carlos Pérez no ha tomado ninguna decisión porque la circustancias son bastantes complejas y las sociedades anónimas deportivas tienes ciertas particularidades a diferencia de una empresa normal. Pero en el caso de inestabilidad, buscando la funcionalidad de la sociedad y la legalidad para que se puedan tomar decisiones, podría dar el paso adelante, aunque no es fácil la solución.

Lo que está claro es que con cinco consejeros, el actual órgano directivo, están cogidos de las manos a la hora de tomar decisiones, a expensas de cualquier vacío legal que demuestre lo contrario.

Esta próxima semana va a resultar decisiva para buscar soluciones, porque el Elche no puede estar parado y más en un momento en el que hay que empezar a planificar la próxima temporada.

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