El Elche realizó ayer por la mañana su último entrenamiento de la temporada 2015-2016 y por la tarde viajó a Alcorcón donde esta noche, a las 20.30 horas, se despedirá de la competición regular jugando ante el equipo madrileño en el Municipal de Santo Domingo. Será el adiós a una campaña que empezó con la pesadilla más grande que ha vivido el Elche en su historia, el descenso administrativo a Segunda.

Rubén Baraja se llevó a los 22 jugadores disponibles y tendrá que hacer cuatro descartes. Tan sólo se quedaron en tierra, sin poder desplazarse, los lesionados Armando Lozano y Pol Freixanet.

El preparador franjiverde entiende que el partido no tiene el aliciente de los puntos en juego, ya que el Elche ya no puede aspirar a jugar la promoción de ascenso, pero no dudó ayer en afirmar que «en Alcorcón tenemos que ser honestos con nosotros mismos, con el escudo que representamos y, sobre todo, con la competición». Baraja confiesa que «me gustaría terminar con la sensación de que nos hemos dejado todo en el campo» y para ello tiene una serie de alicientes que deben llevar al equipo a la victoria. «Queremos que Sergio León conquiste el pichichi, además de ser uno de los equipos con menos goles en contra de la categoría, terminar con la mala racha de partidos sin ganar, y llegar a los 60 puntos».

Por todo ello, Baraja ha dejado claro que va a poner sobre el césped el equipo «más competitivo» posible y que no está barajando la posibilidad de hacer cambios o de darle minutos al meta del filial José Carlos, que, aunque en los últimos años ha estado sentado en numerosas ocasiones en el banquillo franjiverde, nunca ha tenido la oportunidad de debutar con el Elche bajo los palos.

Juan Ramón López Muñiz, entrenador del Alcorcón, se mostró confiado en las opciones de entrar en promoción, que pasan por ganar al Elche. «Estaremos pendientes del resto si nosotros ganamos. Todo pasa por ganar. La cuenta no es difícil. Tenemos que ganar y que pierdan Córdoba o Girona y si gana Osasuna marcar un gol más», confesó.