El mar en calma. Así, el nuevo secretario general del Elche, Juan Pascual, ha querido trasmitir una imagen de normalidad y de estabilidad, tras los últimos movimientos acaecidos en el club franjiverde, con el nombramiento de Diego García como presidente. El que había ejercido como consejero delegado hasta el pasado mes de enero negó que el club haya sido secuestrado, tras las críticas lanzadas por parte de los aficionados, que no han compartido la destitución de Juan Serrano, concretamente desde la asociación «Regeneración ECF».

«El consejo lo elige la junta general y son ellos mismos los que eligen quién será el presidente. No entiendo ni comparto que el club esté secuestrado porque el consejo tiene la facultad de elegir a su presidente y se ha producido con total normalidad», apuntó el secretario general. En esta línea, Juan Pascual afirmó que la decisión de relevar al máximo dirigente se produjo por unanimidad, por el bien del club. «Este consejo está tomando medidas bajo un prisma de responsabilidad, tomando las decisiones por mayoría y pensando en el bien del proyecto», aseguró, además de matizar que «el consejo creyó que era oportuno el cambio, al igual que Serrano y Alberola siguieran como consejeros».

Asimismo, el secretario general del Elche no quiso polemizar con el último comunicado del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), en el que se indicaba que el cambio de presidente aumentaba la inestabilidad del club, aunque sí precisó que «no compartimos esa sensación, porque de hecho el presidente saliente sigue en el consejo».

Respecto a las críticas por las condiciones en las que se produjo el relevo, que llovieron también por parte del concejal de Deportes, Jesús Pareja, al admitir que se trababa de una «maniobra oscura» y por parte del alcalde, Carlos González, que negó haber sido informado, Pascual aseguró que el club «llamó a la LFP y a la Alcaldía, al igual que otras entidades, cuando se hizo efectivo el cambio, por la noche y se le mandó un mensaje a aquellos con los que no pudimos contactar».

Por otra parte, Juan Pascual hizo ayer públicos los principales asuntos abordados en el consejo de administración, celebrado el lunes por la noche, en el que además de acordar retirar las alegaciones a la hipoteca de Los Serranos, se pusieron sobre la mesa las cifras económicas del Elche. A fecha de febrero, el club ilicitano puede «presumir» de contar con un beneficio de 828.000 euros, en línea de alcanzar el 1.200.000 programados para final de temporada, según Pascual.

Contratiempos

El club tendrá que hacer frente a facturas correspondientes a ejercicios anteriores, que han aparecido durante el proceso concursal. «Es habitual que en un momento como el actual salgan a la luz facturas de este tipo, que al final de año podrían sumar los 700.000 euros. Ante esto, nos hemos visto obligados a forzar otros ingresos para compensar y la Liga también ha dado una alegría este año», destacó Pascual. No obstante, el secretario general dejó entrever que esto no repercutirá en males mayores para el club ilicitano. «La tesorería ha cumplido con los compromisos de pago, por lo que si, no pasa nada, de aquí a final de año estará equilibrada».

Al mismo tiempo, el secretario general también confirmó que el Elche ha retirado las alegaciones presentadas ante el juez para que la deuda con la empresa Los Serranos, de la que es consejero delegado César Nohales, miembro del consejo, fuera declarada privilegiada. Tras iniciarse el informe concursal, el consejo apoyó la reclamación de Los Serranos, uno de los principales acreedores de la entidad tras la reforma del estadio, que consideraba que su deuda debía de ser tratada de forma preferencial y no ordinaria, en contra de sus propios intereses.

Esta situación había causado un gran malestar en la afición y Nohales, en la última la junta de accionistas, se comprometió a pedir que se retirara el escrito al juez para que la deuda de su empresa fuera tratada de forma ordinaria.