El expresidente Juan Serrano manda un mensaje de agradecimiento a todo el entorno del Elche CF

Me gustaría aprovechar estas líneas para agradecer las muestras de cariño y apoyo que he tenido en las últimas horas, desde que se conoció en la tarde del lunes que había sido destituido como presidente del Elche CF, tras medio año en el cargo.

Desde todos los rincones del blanquiverdismo he sentido el calor de la mano amiga sobre el hombro, en un momento difícil para mí. Infinidad de llamadas de teléfono, mensajes de WhatsApp y paradas por la calle de gente que me quiere, me han dejado claro que el entorno del Elche CF ha interpretado como positivo el trabajo que he hecho, mejor o peor, en este club desde que acepté el reto de dirigirlo desde la presidencia en un momento complicado para su futuro. Me siento orgulloso de ello y me están dejando claro que se ha reconocido que mi granito de arena ha sido positivo. Era consciente de la situación complicada que vivía la entidad, pero a la llamada del Elche de mis amores no podía decir que no, ni argumentar excusas como el trabajo y la familia para darle la espalda, a pesar de que el esfuerzo personal y profesional iba a ser muy grande. No me importó nunca dar el paso adelante, a pesar de las dificultades que suponía estar ahí en primera línea de fuego. Había que mirar hacia adelante. En este período de tiempo siempre he tratado de buscar lo mejor para la entidad ilicitana y, en esa tarea, deseo agradecer la complicidad de la gente que he tenido a mi alrededor. Sin su colaboración todos los pasos que se dieron para evitar la desaparición de la entidad o su descenso a Segunda División B hubieran sido una batalla perdida.

Mi mensaje de gratitud va dirigido a la plantilla, al cuerpo técnico, sin olvidar a los empleados de la entidad, a los integrantes del Ayuntamiento, Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Liga de Fútbol Profesional (LFP), Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), medios de comunicación, al resto de consejeros y, sobre todo, a la afición, que es la auténtica sufridora de una situación que llevó al club a perder en los despachos su sitio en la Primera División, que con tanto esfuerzo se había logrado ganar en el campo. Todos ellos abrieron sus puertas cuando llegue pidiendo ayuda por el Elche y me gustaría que siguieran haciendo lo mismo con el nuevo presidente. El Elche no es Diego García, tampoco Juan Serrano, es de todos los que lo llevamos en el corazón.

Capítulo aparte merece el hasta ahora vicepresidente del club, José Alberola, con el que he vivido meses que jamás olvidaré. Viajes con el equipo a cualquier rincón de España, trabajo al unísono y muchas horas dedicadas para que el Elche volviera a la senda de la normalidad. Hombres íntegros como él necesita ahora más que nunca nuestro club.

Mi ilusión es que la paz social se imponga alrededor del club y como consejero de la entidad voy a seguir luchando por ello. Sólo si todos vamos unidos, el Elche volverá al sitio que le corresponde. Mientras tanto, me gustaría pedir a los aficionados que apoyen de manera incondicional al equipo que lidera Rubén Baraja. Estamos en la recta final de temporada y el premio del ascenso está ahí. Han logrado volver a ilusionarnos y tenemos que volcarnos con ellos. En el plano institucional, como integrante del consejo, voy a seguir trabajando para salvaguardar los intereses de todos los accionistas, grandes y pequeños. Con ese fin acepté en su día ser presidente y con el mismo interés lo haré como directivo. Como muy bien dijo en su día el recordado Sixto Marco, "Elche es una palabra muy seria y el que no se sienta ilicitano..." ¡Mucho Elche!