El técnico del Elche, Rubén Baraja, se mostró contento con el juego y el resultado. «Es un buen punto, merecido por lo visto durante los 90 minutos y trabajado desde el inicio del encuentro», comentó a la vez que explicó que «nosotros fuimos mejores durante el primer tiempo en el que lanzamos cinco o seis saques de esquina y tres o cuatro faltas laterales. Tras el descanso, el Leganés tuvo más la posesión, pero tampoco nos llegaron mucho. El resultado es justo».

El preparador franjiverde aseguró que veía el vaso medio lleno «porque hemos jugado en casa del líder y hemos hecho méritos para sumar un punto. El planteamiento y el trabajo defensivo del equipo ha sido magnífico. A pesar del dominio suyo, sólo hubo un disparo de Galarreta y un golpe franco que detuvo Javi Jiménez. Apenas hemos sufrido».

Baraja calificó el partido como «muy cerrado y con pocas ocasiones. Quizás nos ha faltado salir a la contra con un poco más de claridad y velocidad. Pusimos a Espinosa para que las lanzara», argumentó.

El entrenador pucelano siguió defendiendo los méritos de su equipo: «Cuando un rival hace dos cambios en el descanso quiere decir que tú estás haciendo las cosas bien y tienes algún mérito. Además, hemos conseguido mantener la portería a cero y llevamos ya dos partidos sin encajar goles. Eso sirve para sumar y cuando no puedes ganar, por lo menos hay que empatar».

Rubén Baraja no cambia su discurso y sigue insistiendo en que el objetivo es la permanencia. «Es un punto que nos acerca un poco más a lo que todos queremos y es que el Elche esté un año más en Segunda División. Es un punto positivo porque, desde la perspectiva del trabajo, hemos hecho las cosas bien y le hemos puesto las cosas difíciles al rival».

Por último, el técnico del Elche explicó los motivos que les llevó a cambiar los dos laterales y a poner a Noblejas y a Isidoro. «Noblejas me gustó en Miranda a pesar de la expulsión. Nos permite tener una competencia sana con Álex Martínez. Además, nos da físico e intensidad, igual que Isidoro en la banda derecho. Eso habla de la exigencia que hay en la plantilla y que nadie se puede relajar».