Victoria épica franjiverde en Anduva. El Elche fue valiente, planteó un partido de ida y vuelta al Mirandés y se llevó los tres puntos. Antes del descanso, minuto 43, se adelantaron los castellanos, gracias a un gol rebote. Disparó Galán, pegó en José Ángel y el balón se fue para adentro.

Nada más empezar la segunda parte fue expulsado Noblejas, pero los franjiverdes no se amedrentaron con este nuevo revés, siguieron insistiendo sobre el área rival y Sergio León, con dos soberbios goles, obró el milagro. Luego, tocó defender el castillo construido por el arquitecto cordobés con soldados como Álvaro, Álex Moreno jugando de lateral izquierdo, Lolo...

En la foto del triunfo franjiverde todos tuvieron su sitio. En esa instantánea se pudo ver compromiso, entrega, saber estar, calidad y fe ante la adversidad, lo que dice mucho de un fotógrafo como Rubén Baraja, al que se le había criticado, no sin razón, que en los últimos tiempos sus instantáneas eran borrosas y sin mucha luz.

En esa remontada, destacar la osadía y trabajo de los franjiverdes, que supieron en todo momento interpretar cómo había que jugar el partido ante un rival que plantea un 3-4-3 y te ahoga dentro de tu campo. Los ilicitanos supieron robar en los momentos claves, romper la medular y salir rápido sobre la portería rival. En esa tarea, Héctor fue clave en la labor de enganche.

Sin quitarle méritos al planteamiento franjiverde, no pasaría por alto el hecho de que Carlos Terrazas se vistió de Paco Jémez. Quiso sentenciar con el 1-0, quizás golear, y sacó a Ion Vélez y se suicidó ante un Elche que cuenta con jugadores de calidad y un goleador que no perdona arriba.

Me recordó al Quique Hernández de un Valencia B-Elche en Mestalla. Con 0-2, se dejó llevar por la euforia, quiso echar más madera a la hoguera del filial che con más delanteros en el campo y se quemó.

No cabe duda que el partido de ayer, durante muchos minutos, fue un toma y daca entre los dos equipos. Nadie se escondía en su deseo de llegar al área rival. Cada uno con sus armas. Los ilicitanos contaron con claras ocasiones de marcar, el Mirandés estrelló tres balones en los palos y todo pudo pasar.

El Elche se quitó el corsé de otros partidos, fue valiente en la pizarra y también en el campo, eso permitió un duelo de ida y vuelta, pero por este camino el equipo creció a nivel futbolístico y consiguió una victoria que mereció. Tuvo fe siempre en el triunfo, a pesar de recibir el 1-0 (m. 43) cuando había hecho muchas cosas para irse al descanso con ventaja. Luego, se encontró con la expulsión de Noblejas y todo cuesta arriba. No se vino abajo, siguió jugando a lo mismo y la varita mágica de Sergio León obró el milagro. El cordobés culminó el trabajo de un equipo unido que desde el primero hasta el último se dejó la piel en el campo, y no es un tópico futbolístico.

Baraja introdujo cuatro cambios en su once inicial. Varió los laterales, Caro entró por el sancionado Isidoro y Noblejas dejó en el banco a un Álex Martínez que no estaba fino. Apostó por Cristaldo en la medular y acertó con Héctor en funciones de enganche entre el doble pivote y Sergio León. El canario demostró las razones por las que el Atlético se fijó en él. Necesitaba un partido como el de ayer para dare cuenta que puede dar muchas cosas a este equipo. Baraja siempre le ha dado oportunidades, pero hasta ayer no había sido capaz de devolver esa confianza.

El Elche hizo méritos para adelantarse en el marcador antes de que el partido entrara en un toma y daca en la recta final de la primera en el que la moneda cayó de cara al Mirandés. Un disparo de Kijera desde fuera del área rebotó en José Ángel, varió la trayectoria y se fue para adentro.

Cambio tras el descanso

Tras el descanso, el panorama cambió muy poco. Nada más empezar la segunda parte, Héctor tuvo en su cabeza el empate, pero el balón se le fue arriba. Seguidamente, Álex García, que durante muchos minutos, en la primera parte, encontró un carril por la banda de Caro, estrellaba un balón en la cruceta. El reparto de ocasiones se sucedía sin cuartel hasta que el árbitro expulsó de forma muy rigurosa a Noblejas y dejó al Elche con diez en el minuto 54. Baraja situó a Álex Moreno de lateral y pobló un poco más su centro del campo dejando adelante a Sergio León.

Con uno menos, el equipo ilicitano siguió a lo suyo y, en el 57, Sergio León empataba el partido. No contento con ello, Baraja puso en el campo a Ilie en lugar de un cansado Héctor y, en el 64, llegó la segunda diana de Sergio León.

A partir de ahí tocó sufrir. En alguna contra se pudo sentenciar, pero durante muchos minutos tocó defender el fútbol directo del rival, que no paró de bombear balones al área de Javi Jiménez. El equipo fue solidario, pudo en alguna jugada recibir algún gol, pero en esta ocasión los detalles determinaron que el Elche se llevara todo el premio.