En las últimas jornadas se ha podido comprobar que una parte de la afición está convencida de que este equipo puede jugar más al fútbol y, de hecho, en el último partido en el estadio Martínez Valero se escucharon los primeros pitos contra el técnico. Se entiende que Rubén Baraja debe arriesgar más en sus planteamientos, sobre todo en el coliseo franjiverde, y no dejar pasar los minutos para que nada ocurra y tratar de matar a sus rivales en la recta final de los encuentros.

El sábado visita el Martínez Valero el Llagostera, un rival que llega con la necesidad de sumar para escapar de la zona de descenso, contra el que el Elche está obligado a ganar. Esos tres puntos son vitales para romper con la mala racha y afrontar el último tramo de la Liga con opciones al menos de jugar el play off de ascenso. Además, Baraja tiene el reto de volver a ganarse el cariño de los más críticos.

Para dicho encuentro, recuperará al sancionado Mandi y, con toda seguridad, al lesionado Eldin. Dos bazas importantes en su esquema táctico. Además, el central Hugo estará más cerca de su reaparición con una semana más de entrenamiento.