El expresidente del Elche, José Sepulcre, y el exsecretario general, Antonio Rocamora, intentaron hasta horas antes de la Junta General de Accionistas del club ilicitano, celebrada el pasado martes, día 16, negociar con la plataforma «Salvemos al Elche» para que retirara la querella criminal presentada por dicho colectivo que fue admitida a trámite el pasado 15 de diciembre por la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Elche, Inmaculada Gabarrón Ayala. Fue presentada contra José Sepulcre, Antonio Rocamora, Juan Carlos Ramírez, Tomás Alvarado, José Antonio García Hita, Jaime Oliver, Francisco Sánchez, Javier Vidal, Vicente Javaloyes, Juan Irles, Vicente Abadía, Juan Contreras, Anselmo Navarro y la Fundación Elche CF, como persona jurídica, por presuntos delitos de falsedad documental, estafa, apropiación indebida, delito societario, delito contra la Hacienda Pública, delito de blanqueo de capitales y delito de pertenencia a organización o grupo criminal.
Algunos de ellos ya han comenzado a declarar delante de la juez y, en breve, lo harán José Sepulcre y Antonio Rocamora. La situación de ambos en los juzgados es complicada en estos momentos, al menos, eso es lo que perciben ambos, y tratan de agarrar un salvavidas para librarse de una realidad que puede terminar de ahogarles en los juzgados.
Su intención inicial era, si retiraban la querella, forzar la salida de los cuatro consejeros del club ilicitano que se encuentran en el disparadero y por los que se está pidiendo su dimisión desde diversos colectivos de aficionados.
Pero esa idea inicial encontró la negativa de los propios directivos, que se negaron a irse, sobre todo Oliver, después de llevar tanto tiempo dando la cara por él. Lo que el sábado parecía una negociación casi cerrada, se rompió el lunes, horas antes de la asamblea de accionistas.
El sábado, 13 de febrero, tras una reunión previa de los expresidentes del Elche Antonio Coves y Francisco Borja y del exconsejero franjiverde José Antonio Antón, se dieron cita en la casa del primero, el asesor Daniel Coves, el propio Antonio Coves, además de Salvador Mas, en representación de «Salvemos al Elche», José Sepulcre y Antonio Rocamora. Había una intención clara de poner sordina a una situación cada día más estridente, en vísperas de la Junta General de Accionistas.
Al ser una reunión entre demandado y demandantes se optó por que no estuviera ningún miembro de Regeneración ECF, aunque eran conocedores del cónclave.
En esa cita, Sepulcre mostró su cara más humana, llegó a emocionarse a la hora de explicar que lo estaba pasando mal tanto él como su familia y que deseaba dar un paso a un lado en beneficio del Elche, siempre que se retirara la querella.
Tras horas de negociación se llegó a la conclusión de que para que la primera premisa se cumpliera, lo de retirar la querella, deberían dimitir del actual consejo de administración Jaime Oliver, César Nohales, Francisco Sánchez y Ramón Segarra.
Sepulcre estaba dispuesto a ceder su parte accionarial para realizar tal operación en la Junta General de Accionistas prevista para el martes, día 16. Seguirían en el órgano directivo Juan Serrano, José Alberola y Juan Contreras. Entrarían, de manera provisional, seis personas, la mayoría profesionales capaces de manejarse en la situación actual de concurso de acreedores, además de un representante de los dos colectivos, Salvemos al Elche y Regeneración ECF, y Antonio y Daniel Coves. Se trataba de dar estabilidad a un consejo que en la actualidad está muy dividido.
También se estaba por la labor de provocar la dimisión de los actuales patronos Fundación del Elche CF, en la que deberían tener entrada un representante de cada uno de los colectivos financieros de la ciudad, otro de la Asociación de Informadores, del Patronato del Misteri, del Colegio de Abogados, la Federación de Peñas... En suma, las fuerzas vivas de la ciudad.
El acuerdo era total para dar ese paso adelante y las distintas partes quedaron emplazadas al lunes, 15 de febrero, en un intento de abrir la mesa a Regeneración ECF.
A esa segunda reunión, acudieron inicialmente Víctor González y Sergio Guillén, en nombre de dicha asociación, además de Salvador Mas y Juan Castaño, por «Salvemos al Elche» y Antonio y Daniel Coves, como interlocutores. Cuando ya se informó de todo lo hablado el sábado se llamó a José Sepulcre, que en esta ocasión llegó sin Antonio Rocamora, que se encontraba en la Fundación.
Sorprendentemente, el expresidente cambió su discurso, confesó que era muy precipitado pedir la dimisión de cuatro de los consejeros del club antes de la Junta General de Accionistas y con una actitud «altiva», según reconocen los presentes, volvió a insistir en que el culpable de la situación del club no era él.
En ese momento, todo lo pactado el sábado quedó roto y se convirtió en papel mojado. Tanto, «Regeneración ECF», como «Salvemos al Elche», que habían exigido que todo estuviera firmado y la operación fuera transparente, llegaron a la conclusión que «habíamos perdido el tiempo y que Sepulcre deseaba engañarnos una vez más».
De todas formas, se esperó, a la votación de la Junta del martes, día 16, para ver si existía un detalle de Sepulcre y Rocamora a la hora de no votar a favor de que no siguieran en la entidad los cuatro consejeros a los que se pedía su dimisión. Pero éste no existió. Tanto Oliver, como Nohales, Segarra y Sánchez encontraron el apoyo accionarial de Sepulcre y Rocamora, que controlan el 11%. Con su voto en contra, les hubiera tocado irse porque la Fundación, que cuenta con el 55,15%, no pudo depositar su papeleta por un aspecto formal.
Los dos colectivos de aficionados entienden que Sepulcre iba de farol y que alguien le pudo aconsejar que la querella ya está en Fiscalía y no puede ser retirada así como así. Todo sigue igual y la fractura dentro del consejo resulta un trago difícil de digerir cada día para el presidente y vicepresidente, Juan Serrano y José Alberola, respectivamente. Esta tarde, a las 19 horas, se reúne la Fundación.
