Álvaro Giménez ha dejado claro esta mañana que «soy un goleador» y como tal tiene la opción de ser el sábado en Tarragona, en el duelo ante el Nàstic (18.00 horas), el elegido para ocupar la vacante que deja el sancionado Sergio León como hombre más en punta. «Me gustaría jugar ahí, pero el técnico también puede utilizar a Nikos Vergos, Héctor e incluso a Eldin. Si al final me toca jugar arriba, ya lo he hecho en otras ocasiones, espero dar mi máximo nivel », apunta el jugador ilicitano. Su polivalencia a veces le está llevando a «jugar en otras posiciones diferentes a las de nueve, donde yo creo que puedo dar más rendimiento, pero eso es bueno porque así puedo saltar al campo en otras demarcaciones y le aporto alternativas al entrenador».

Entiende que «Sergio es un hombre muy importante en el equipo, pero yo también pienso de que tenemos jugadores de sobra que puedan suplir su baja. En ese aspecto estoy muy tranquilo. Es un goleador y el equipo trabaja para que haga todavía más dianas».

Álvaro insiste en la idea de que «soy un goleador» y piensa que jugando más cerca del área tendrá más oportunidades de batir a los metas contrarios. «Las rachas a veces vienen y van y trabajo duramente cada día para que el gol llegue. Mi puesto es de delantero o mediapunta, aunque arriba es donde más cómodo me encuentro», reconoce antes de dejar claro que «todavía no he dado en el Elche mi máximo nivel y para eso lucho en cada partido y entrenamiento. Además, estoy muy contento con la confianza que tiene en mí el entrenador»,

El jugador franjiverde asume que «a veces no se es justo con mi trabajo en el campo», pero trata de mirar hacia adelante sin rencor pensando que «en este mundo hay opiniones para todos los gustos y no cabe otro camino que aceptar las crítica». Reconoce estar «dolido» porque a su juicio «no es fácil ser de Elche y que te critiquen y te digan cosas desde la grada. Eso se nota en el campo aunque estés concentrado en el partido. Pero, si la gente no está contenta con mi rendimiento está en su derecho de expresarse. En cada partido me dejo el alma, me salgan las cosas bien o mal. Lo que nadie me podrá reprochar es mi trabajo».