El Elche seguirá siendo noticia esta semana por la presencia en el Juzgado de Instrucción Número 5 de exconsejeros y patronos de la Fundación por la denuncia presentada por la plataforma «Salvemos al Elche», que acusa a los directivos de presuntos delitos de falsedad documental, estafa, apropiación indebida, delito societario, delito contra la hacienda pública, delito de blanqueo de capitales y delito de pertenencia a organización o grupo criminal.
Si el pasado viernes fue el turno de los actuales consejeros Jaime Oliver y Paco Sánchez, que continúan en el club de la época de Sepulcre, el próximo viernes será el turno de Juan Irles, Vicente Abadía, Juan Contreras y Anselmo Navarro, que han formado parte de la Fundación Elche CF durante los últimos años en los que el club ilicitano ha generado pérdidas de más de 20 millones y tiene una deuda acumulada de unos 50 millones.
También quedan por declarar Toño García Hita y Javier Vidal, que no lo pudieron hacer el pasado viernes. El primero por incompatibilidad de agenda de su abogado, que tenía otra vista; y en el caso del empresario oriolano por no haber dado traslado de la última actuación.
Junto a los dos exconsejeros tenía que haber ido a declarar el expatrono Vicente Javaloyes, pero ha quedado, momentáneamente liberado, tras presentar alegaciones durante los últimos días.
Una vez que todos ellos hayan prestado declaración ante la jueza Inmaculada Gabarrón Ayala, los últimos en acudir al Juzgado serán el expresidente, José Sepulcre, el exdirector general, Antonio Rocamora, además del exconsejero delegado, Juan Carlos Ramírez, y el exsecretario general, Tomás Alvarado.
Recordamos que el pasado viernes, tanto Jaime Oliver como Francisco Sánchez se acogieron a su derechos a no responder a las preguntas del abogado de «Salvemos al Elche», mientras que ante a la jueza sí que declararon y señalaron que Sepulcre y Rocamora eran los únicos que conocían la realidad, por ser los encargados de manejar los destinos del club, como presidente y director general. Ambos alegaron su desconocimiento de las actuaciones que se llevaban a cabo en el club ilicitano y señalaron que lo que conocían era a través del informe económico que cada año se presentaba en la Junta de Accionistas por el auditor Juan Serrano.
