El filial del Elche se vio perjudicado por una rigurosa expulsión de Paul Quaye cuando tan solo se habían disputado 16 minutos. Los locales tuvieron que jugar casi todo el partido con diez futbolistas ante un rival bien posicionado y armado. No obstante, los de Vicente Parras le echaron coraje y estuvieron muy cerca de arañar un resultado positivo. Rubio empató pero los valencianos hicieron el segundo poco después. En el minuto 95, Deivid lanzó una pena máxima que no acertó.