Javier Espinosa, centrocampista del Elche CF, realizó ayer por la mañana, tras el primer entrenamiento de la semana, un balance de la primera vuelta del campeonato de Liga y señala que «hay que darse por satisfechos». Entiende el futbolista talaverano que «el equipo va a más» y no duda en afirmar que «vamos por el buen camino y tenemos que seguir por él. Podríamos llevar algún punto más porque pienso se nos han escapado algunos en los últimos partidos por no saber cerrar los partidos, pero también algunos menos. Eso nunca se sabe».

«Hay que darse por satisfechos, pero hay que seguir en la actual línea», insiste el centrocampista talaverano que está cedido en el Elche por el Villarreal.

Asume que la victoria ante el Alcorcón (2-0) «nos ha servido para engancharnos arriba», pero no quiere mirar más allá del próximo domingo. «Hay que seguir hacia adelante, pero paso a paso, pensando solo en ganar a la Ponferradina», asume antes de reconocer que tiene como «exigencia personal el conseguir algún gol para aumentar mi nivel de confianza y ayudar al equipo». De momento no se ha estrenado como goleador a pesar de que ha tenido ocasiones para ello en esta primera vuelta del campeonato.

La temporada pasada hizo dos goles en Liga, con Villarreal y Almería, además de otros dos en la UEFA, en el duelo que enfrentó al equipo amarillo con el Apollon. No celebra un gol propio desde el 11 de abril de 2015. Se lo hizo en El Madrigal al Granada (3-0).

Un diamante por pulir

Espinosa es un jugador con mucha clase. Cuando tiene la pelota en sus pies sus compañeros saben que puede inventarse algo y, los rivales, tratan de evitar que eso ocurra. Una «rara avis» en un fútbol, como el de Segunda División, que penaliza a este tipo de peloteros y engrandece a los que sudan la camiseta, corren sin parar y rinden culto al físico y a un balompié encorsetado, empeñado en que no suceda nada durante 90 minutos.

El jugador franjiverde comenzó la Liga a buen nivel, pero el cambio de filosofía futbolística del equipo ilicitano, después de las derrotas ante Llagostera (4-1) y Mirandés (1-4) han oscurecido su fútbol. Su trabajo defensivo y el hecho de jugar pegado a banda no le están dejando sacar el mediapunta de calidad que lleva dentro. «Cada uno tiene dentro del equipo su trabajo y trata de aportar lo mejor. Yo intento exigirme cada día más y trato de dar lo mejor de mí mismo. Lo importante es jugar, aunque jugando por dentro me siento más cómodo», explica.

Salvo los partidos ante Ponferradina y Albacete, en ambos perdió el equipo, ha participado en todos los duelos de esta primera vuelta de la Liga. Suma 1.535 minutos en 19 duelos. Dos menos de los que jugó la pasada campaña, en Primera División, con Villarreal (6 goles) y Almería (15).

En la 2013-2014, con el Barcelona B en Segunda, llegó a los 37 partidos e hizo siete goles. Esa gran campaña no le permitió dar el salto al primer equipo, pero sí a fichar por el Villarreal.