El líder Córdoba dejó los tres puntos en el Martínez Valero ante un Elche que lo dio todo en el campo y, al final, encontró el premio a su esfuerzo sobre el terreno de juego. Es cierto que durante 76 minutos jugó con un hombre más por la expulsión de Deivid, pero también hay que tener en cuenta que delante estaba el mejor equipo de la categoría. Faltó matar al rival en alguna contra, pero arriba se estuvo muy indeciso y eso provocó que los fantasmas aparecieran en el coliseo franjiverde a medida que el reloj se acercaba al final y no se era capaz de sentenciar.

«Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor» es una famosa expresión utilizada en un histórico discurso del primer ministro británico Winston Churchill, en plena Segunda Guerra Mundial que puede hacer suya la escuadra franjiverde ayer ante el Córdoba de José Luis Oltra.

La sangre, la pusieron Armando, que tuvo que ser sustituido por un golpe en el pómulo, y Lolo, al que también le tocaron la cara. El esfuerzo y el sudor, todo un equipo como el ilicitano, consciente de que el mejor regalo de Navidad era conseguir el triunfo ante el líder. Ahí está para saborearlo.

Al final, las lágrimas fueron para los cordobeses, pero, en el camino, tocó sufrir mucho para sumar los tres puntos. Todo se puso de cara, faltó matar en alguna contra, pero en Segunda División los regalos escasean. No era fácil sacar el partido adelante y se logró.

Todo se puso a favor de obra en el conjunto franjiverde. El equipo ilicitano salió sin complejos, a todo tren, sin importarle el potencial de lo que había delante. Los ilicitanos llegaban con facilidad al área de Razak hasta que, en el minuto 13, se produce la acción clave del encuentro. Álex Moreno se fue de tres marcadores y cuando iba a engatillar dentro del área, el central Deivid lo derribaba. El penalti llegaba con premio, ya que el colegiado expulsaba con roja directa al defensa del equipo califal.

Sergio León asumió de nuevo el reto de lanzarlo y tal como lo hizo en Girona, a romper, batió al meta rival. El portero no pudo hacer nada por evitar que el balón besara la red.

Dos minutos más tarde. Espinosa robaba un balón, se lo servía en bandeja a Sergio León que subía al electrónico el segundo de la noche. En principio, Razak despejó el balón, pero a la segunda, el cordobés, no falló ante sus paisanos y marcó su décimo gol de la temporada que lo convierte en el mejor realizador de la Liga Adelante.

El Elche era un auténtico vendaval, por las bandas, tanto Álex Moreno, que ayer estuvo muy veloz, como Espinosa, hicieron trizas a la defensa rival, la del líder.

El gol rival

Pero, este equipo siempre tiene peros, que diría Baraja al final del duelo, el 2-1 llegó, en el minuto 18, al robar un balón en la salida franjiverde. Algo evitable, pero son pecados de juventud.

Con ese resultado, al equipo le entraron los miedos, a pesar de que los andaluces jugaban con diez futbolistas. El equipo estuvo precipitado, quiso llegar arriba de forma muy directa y esas dudas las aprovechó el Córdoba para esperar su oportunidad sin pasar muchos apuros.

El descanso fue clave para ordenar ideas, como la campana para el boxeador. El equipo salió mucho más centrado, aunque a Espinosa le costó entrar en el juego más de la cuenta. El que fue creciendo como futbolista fue Álex Moreno. Su verticalidad resultó desequilibrante y sólo el faltó marcar un gol para haber cerrado el duelo.

A la contra, a los franjiverdes les faltó matar el duelo y hubo ocasiones para hacerlo ante un conjunto califal que murió en el área de Javi Jiménez.

El Elche compitió bien y sus jugadores pudieron darse cuenta que pueden plantar cara a cualquier rival, por mucho que, como el Córdoba, llegue de líder. Es para estar satisfechos del rendimiento del grupo y llegar a Navidad con 26 puntos resulta positivo, máxime cuando se recuerda de dónde viene el club. Este es el camino a seguir.