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La primera crisis de Baraja

La manera de perder en el Carlos Belmonte propicia que el entorno del Elche eleve su indignación y fije la mirada en el banquillo por desperdiciar la superioridad numérica que tuvo ante el Albacete

La derrota franjiverde en Albacete (1-0), ante un equipo que jugó casi toda la segunda parte con un hombre menos, ha dejado al Elche a tan solo tres puntos de la zona de descenso, mientras que el ascenso directo se encuentra ya a siete y el play off a cuatro. Es la primera vez en esta Liga que la escuadra ilicitana está más cerca del precipicio que de la gloria.

En las catorce jornadas anteriores, la distancia siempre ha sido menor con el sexto clasificado al compararla con el cuarto por abajo, que te lleva a Segunda División B. El equipo de Rubén Baraja ha estado a lo largo de la competición más cerca de puestos de fase de ascenso que del abismo hasta la última jornada. Los ilicitanos sólo estuvieron durante dos jornadas, quinta y sexta, en plazas de promoción de ascenso a Primera.

Noviembre ha sido un mes nefasto para los intereses ilicitanos ya que solo se ha sido capaz de sumar cuatro puntos, tras ganar a Osasuna (2-1) y empatar con el Lugo (1-1), en los cinco partidos disputados, ya que se cayó a manos de Zaragoza (2-0), Alavés (0-1) y Albacete (1-0). Estos guarismos han llevado al equipo a vivir su peor momento de la temporada, si nos atenemos a la suma de puntos.

Todo el entorno franjiverde entiende que la actual temporada es de transición, después de lo vivido durante el verano que llevó al Elche a Segunda División en los despachos, pero la manera de perder en el Carlos Belmonte ha hecho daño y muchas miradas se han dirigido al entrenador, poco discutido hasta el momento, porque no supo gestionar como era debido la superioridad numérica que se tuvo ante el Albacete durante muchos minutos del segundo periodo.

Luego, en la sala de Prensa, Baraja todavía lanzó más piedras contra su propio tejado. Señaló que deseaba abrir el campo, cuando realmente quitó del terrreno de juego a los dos extremos, Álex Moreno y Cifu, para a continuación explicar que quería balones al área y no utilizó a Nikos Vergos, un rematador nato. Por contra, sacó al campo a dos interiores, como Héctor y Nono, que no desbordaron en ningún momento, y a Lolo, cuando el partido pedía otras cosas.

En suma, esa derrota ha provocado que Rubén Baraja viva su primera crisis como inquilino del banquillo franjiverde. Se puede perder de muchas maneras, pero nunca de la forma como se hizo en el Carlos Belmonte, ante un rival en inferioridad numérica y sin saber leer de manera adecuada el encuentro. Si te lanzas a por el partido y te coge en una contra el equipo manchego, se hubiera hablado de accidente. Pero, lo que ocurrió es que no se fue valiente a la hora de ir a por el rival y luego la ansiedad y la falta de ideas vinieron acompañadas por la suerte de un rival que cogió una contra y se llevó los tres puntos.

Antecedentes

El hecho de que el equipo franjiverde comenzara la competición como un tiro, jugando bien y deslumbrando a propios y extraños, provocó que la ilusión por el equipo fuera un buen antídoto para olvidarse del descenso administrativo o al menos de que las penas fueran menores.

Pero las goleadas sufridas ante Llagostera y Mirandés provocaron una crisis de identidad de la que todavía el equipo no ha terminado de salir. Entró el miedo y cambió su estilo. «Ahora inicia el juego con un saque directo», señalaba Luis César Sampedro, técnico del Albacete, en la previa del duelo en el Carlos Belmonte.

Parece como si el Elche se haya quedado en tierra de nadie y la sensación agridulce que deja el equipo va a más.

El regreso de Lolo, tras su lesión, puede ser clave a la hora de dar equilibrio a un equipo demasiado joven que está saliendo perdedor en esos detalles clave de los partidos, que no termina de dominar. De los quince partidos que el Elche lleva de Liga ha empezado diez recibiendo un gol en su portería. Una cuesta arriba difícil de afrontar en una categoría tan equilibrada. Ante Bilbao Athletic, Almería y Osasuna logró remontar, empató con el Lugo, pero en las otras seis ocasiones perdió. Solo ante Oviedo, Huesca y Nàstic se marcó antes que el rival. En esta Liga Adelante el que marca primero tiene mucho que ganar y el Elche no lo está haciendo bien en ese apartado. A los rivales les cuesta poco hacerle un gol. Alavés y Albacete, en los dos últimos partidos, se llevaron todos los puntos con apenas un tiro a puerta. Toca espabilar y volver a los comienzos.

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